Se encuentra situado en una pequeña ciudad de Noruega (Brumunddal), y está prevista su inauguración en marzo de 2019. El edificio contará con 18 pisos (80 metros de altura) y albergará oficinas, un hotel, apartamentos, un restaurante y una piscina climatizada. ¿Quieres conocer cómo será el rascacielos de madera más alto del mundo?
Noruega, ejemplo de arquitectura sostenible
Los arquitectos nórdicos han sabido encontrar el equilibrio entre las tendencias estéticas y el uso de materiales tradicionales, como la madera o la piedra. Su imaginación no conoce límites y su conciencia por un planeta más sustentable han dado origen a edificaciones tan interesantes como el Treet, un bloque de apartamentos situado en Bergen, con capacidad para 62 viviendas y con 51 metros de altura, y el Mjøstårnet, el próximo reto escandinavo.
El confort, la sostenibilidad y la innovación son los grandes ejes de este rascacielos que tendrá 80 metros de altura y 18 plantas. Su creador, Arthur Buchart, ideó este proyecto con el objetivo de actuar y cambiar el mundo: “Todos tenemos la responsabilidad de buscar nuevas ideas y de ejecutarlas. Por eso, decidí construir el edificio más alto del mundo en Brumunddal”. El edificio se encuentra ya en pleno proceso de construcción a 150 kilómetros de Oslo y es la primera vez que una construcción noruega cuenta con materiales y profesionales 100% locales.
La madera: el gran reto
En el proyecto están trabajando los mejores profesionales de la región, asumiendo desafíos inigualables. Uno de ellos es el revestimiento de la torre, hecha en madera, un material ligero que hace que el edificio se desplace con facilidad. El segundo es afrontar el fuerte viento que hay en la región donde está ubicado. Rune Abrahamsen es el CEO de Moelven Limtre, la fábrica de madera de la que procede toda la envoltura del rascacielos y ha declarado recientemente en un documental que “el edificio necesita estar bien anclado al suelo, con los ajustes apropiados. Hay que tener en cuenta que sus columnas miden 1,5m por 60 cm y estas deben soportar la tensión de las fuerzas externas y la corriente de aire de Brumunddal”.
Otra de las preocupaciones del equipo es la seguridad de la torre y para ello se ha contado con un grupo de expertos que han planteado vigas laminadas recubiertas de carbón, lo que evita que se incendien, y también compartimentos separados como solución: “Cada planta se ha concebido como un compartimento independiente, de tal forma que si se produjera un incendio, los cálculos y pruebas realizados han determinado que Mjøstårnet no se derrumbaría”. Así lo asegura Even Andersen, Ingeniero Responsable en Seguridad.
El proceso de construcción
El sistema de montaje también es muy curioso: las columnas están hechas con orificios pretaladrados (es decir, que vienen hechos de la propia fábrica de madera laminada de Moelven), pero todo el montaje se realiza en la obra. Cuando se termina el montaje, se levantan 4 ó 5 plantas en una sola pieza. Por eso, apenas hay andamios y sí una grúa de grandes dimensiones que va colocando los bloques.
Cuando finalicen las obras de construcción en la primavera de 2019, el Mjøstårnet dará la bienvenida a viviendas, oficinas, un hotel, una gran piscina cubierta y un restaurante. Se convertirá en el edificio de madera más alto del mundo y la idea es servir de inspiración para otros países. De hecho, esta innovadora construcción ya ha recibido varios premios como el Norwegian Tech Award 2018 y The New York Design Awards 2018.
Pero Mjøstårnet no es la primera edificación hecha de este material que disminuye las emisiones de CO2. En Burdeos, ya se está construyendo Hyperion, la torre de madera de 57 metros que se levantará cerca de la estación de trenes, completando un plan complejo urbanístico en la zona. Y en pleno corazón financiero de Londres se levantará también un edificio sostenible que cambiará el skyline de la ciudad.
Imagen: Voll Arkitekter