El belén o nacimiento, pesebre o portal es la mayor seña de identidad de la Navidad en el hogar. Una representación del nacimiento de Jesús que se convierte en poderosa imagen de los más pequeños, que atesorará durante toda la vida.
Pero, ¿cuál es el origen de esta tradición?, ¿cuándo se debe montar y desmontar?, ¿qué es un belén napolitano?, ¿qué representa el caganet en los nacimientos catalanes?… Hacemos un repaso por las curiosidades del belén, la más singular de las decoraciones navideñas.
¿Origen del belenismo?
Desde hace siglos se polemiza sobre el origen del belén, que para muchos se ubica en Alemania, Italia o Cataluña, sin embargo la teoría más creíble conduce hasta Nápoles. Desde finales del siglo XVII, pero sobre todo con el florecimiento del barroco en la corte de Carlos III, se consolidó está práctica que fue difundida por gran parte de Europa, aunque en muchas de sus regiones ya existían tradiciones para representar el nacimiento de Jesús.
En aquella época se admiraba sobre cualquier otro el belén de este monarca español, que encargó a los artesanos de la Real Manufactura de Porcelana de Capodimonte. Su montaje ocupaba varias de las estancias reales, y tan solo para el cortejo de los Reyes Magos se diseñaron más de un centenar de piezas.
Y como antecedente del belenismo hay que viajar hasta 1223. Fue en la Nochebuena de aquel año cuando San Francisco de Asís en una cueva cercana a la ermita de Greccio (Italia) ambientó la misa nocturna con una recreación protagonizada por los bíblicos buey y mula. Ya en la plenitud del gótico, a finales del siglo XIII, empezaron a ser populares en Italia escenas escultóricas integradas por varios personajes, que aludían a distintos episodios como la natividad o la adoración de los Reyes Magos.
¿Cuándo hay que montar y desmontar el belén?
La tradición más purista dice que debe montarse el domingo de Adviento (cuatro domingos antes del día de Navidad) y desmontarse el día 2 de febrero, celebración de la Candelaria y día que Jesús fue presentado en el templo, según la tradición cristiana. Sin duda una práctica hoy perdida, como la de añadir la figura del niño Jesús en la Nochebuena, y el cortejo de los Reyes Magos el día 6 de enero.
¿Qué es un belén napolitano?
Por su belleza y valor artístico son los nacimientos más apreciados en España. La ortodoxia dice que el belén napolitano cuenta con figuras de cabeza en terracota policromada y ojos de pasta vidriada, las extremidades en madera y el cuerpo formado por un armazón de alambre al que se viste ricamente con sedas, pasamanería, puntillas e incluso joyas. Una característica asociada a esta tradición es su cuidado realismo, por lo que se suele denominar napolitano a otros belenes realizadas exclusivamente en barro pintado o incluso en madera, pero que tratan de representar fielmente el ambiente y escenas callejeras.
El Belén del Príncipe y otros grandes de España
Tras los reyes, la belleza del belén napolitano cautivó a nobles que rivalizaron con la corte con fastuosas escenografías. Algunos de esos belenes hoy son propiedad de instituciones que los muestran cada navidad. Entre ellos destacan las 184 figuras del belén del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, famoso por la picaresca de sus escenas populares. El Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid también posee uno muy singular reunido por un embajador español en el Vaticano que se muestra durante todo el año. La Fundación Bartolomé March de Palma de Mallorca cuenta también con un belén de gran valor artístico compuesto por 2.000 figuras, que en 2008 se montó en el Palacio Real de Madrid. .
Pero el más célebre de todos ellos es el de Patrimonio Nacional, que Carlos III trajera desde Nápoles para montarlo en el Palacio del Buen Retiro. De él se conservan 89 figuras, pero sobre todo es el gran impulsor de la tradición belenista española. Sin embargo, el más popular es el conocido como Belén del Príncipe, que el propio Carlos III regaló a su hijo Carlos IV y que cada Navidad se exhibe en el Palacio Real.
¿Cuánto vale un belén artístico?
Es muy difícil de valorar pero en 2002 el Estado español adquirió por 300.000 euros un belén napolitano subastado por un coleccionista particular. Las 29 figuras que lo componen se exponen en el Museo de Cerámica y Artes Suntuarias de Valencia. Sin embargo el éxito de esta tradición es que en el mercado se pueden adquirir nacimientos al alcance de cualquier economía.
¿Qué representa el caganet?
Junto a Baleares, Cataluña es una de las regiones donde antes y con más fuerza se instauró la tradición belenística. De esta última viene el más tradicional de los personajes populares que habita en los belenes peninsulares: el caganet. Nadie puede asegurar su significado original pero su acto parece invocar cultos agrarios relacionados con la fertilidad del campo.
Otros personajes populares en los belenes
Muchos de los belenes extremeños incluyen una figura de la Machorrita, una cabra engalanada que se relaciona con ritos vetones de fin de año. En el caso de Madrid, es muy habitual incluir la figura de la castañera, cuya imagen era muy popular en el invierno capitalino. Hay muchas regiones y localidades que introducen algún personaje o elemento singular de su historia, en el caso de Canarias, algunos de los nacimientos incluyen la figura de un volcán.
El belén histórico más curioso
Para muchos lo es el belén barroco articulado de Laguardia. Desde 1749 en la iglesia de Santa María de los Reyes de esta localidad del sur de Álava se muestra uno de los pesebres más singulares de toda la península. Esta parroquia conserva un auténtico belén barroco de movimiento, así algunas de sus cerca de 80 figuras son articuladas y disponen de sencillos resortes que llenan de acción las escenas que representan, recordando una práctica que causó furor en la segunda mitad del siglo XVIII.