Consejos para elegir el mejor local de hostelería

Raúl Alonso

La localización del restaurante es un factor crítico para el éxito del negocio. Sabemos que el emprendedor que no asume este axioma en su plan de negocio puede enfrentarse a un suicidio empresarial pero, ¿qué debemos saber para elegir el mejor local de hostelería?, ¿cuál debe ser la ubicación y qué factores hay que valorar en su selección?

Responde un experto en restauración organizada y cadenas de franquicia. Enrique Luque, socio fundador de la consultora Opteamism Retail Consulting resume en diez puntos los atributos que un empresario de hostelería debe exigir al local.

Hay que tener en cuenta que el orden de las prioridades de los 1.857 negocios que el sector de hostelería ganó en 2018 según datos del Dirce, serán diferentes en función de factores como posicionamiento de marca, modelo de restauración, público objetico o localidad de ubicación. Sin embargo, estos diez puntos siempre deberán ser valorados con cautela en función de las claves de negocio de cada modelo.

Decálogo para elegir el mejor local de hostelería

1. Aparcamiento

Hay que prestar atención a las facilidades de aparcamiento, muy diferentes según la ubicación del negocio: “Lo ideal es tener un espacio propio, pero lo habitual es abrir en un local que no disponga de espacio privativo suficiente para dar ese servicio, que por otro lado podría incrementar en exceso la renta de alquiler”.  

Un problema que queda solventado cuando se ubica en un centro comercial que dispone de zona de parking, y que se agrava en locales de centro de ciudad: “Debemos tener en cuenta tanto las restricciones de circulación como la posibilidad de buscar aparcamientos públicos que puedan servir al cliente de solución cómoda para llegar a nuestro destino. También puede suponer una ventaja cerrar acuerdos con aparcamientos privados para los clientes del establecimiento, por ejemplo con los de hoteles cercanos”.

2. Accesibilidad

“El local debería estar fácilmente localizable, primando las calles principales, en zonas comerciales bien señalizadas”. Pero no se puede obviar la tendencia de potenciar la peatonalización y el transporte público bajo la máxima de que a mayor flujo de transeúntes, mayor posibilidad de conversión en clientes. El concepto de accesibilidad también incluye al propio local, “que debe estar preparado para permitir la entrada a toda persona sea cual sea su estado físico o edad”.

3. Comunicación

El servicio de delivery ha revolucionado la hostelería. Pocos negocios pueden permitirse la renuncia a la entrega en domicilio de pedidos online o telefónicos  y al servicio take away (comida para llevar), por lo que el local deberá favorecer la logística de estas ofertas. 

4. Visibilidad

“La gente tiene que saber que el restaurante está ahí, ya sea en persona o en sus dispositivos móviles”. Y la afirmación de Luque va acompañada de un consejo: “Este objetivo se facilita si optamos por las ubicaciones preferidas para el ocio gastronómico, para lo que se pueden analizar la información que ofrecen los motores de búsqueda y las redes sociales. Pero aunque no nos ubiquemos en la zona consolidada, no se debe renunciar a un análisis desde el punto de vista del marketing online”. El nuevo negocio de hostelería no puede obviar la influencia de los portales de reserva online, para por ejemplo ubicarse en los barrios de la ciudad que los usuarios más buscan.

5. Cantidad de población

“Si tienes claro cuál es tu grupo demográfico objetivo y dónde encontrarlo tendrás mucho ganado”, afirma el consultor: “Debes asegurar que su flujo es suficiente. Y en cualquier caso estudiar el tránsito de personas que tanto habitan, estudian o trabajan por la zona, como la visitan por turismo o compras”.

Esta información se puede localizar en diferentes fuentes municipales, pero también es importante prestar atención a la prensa. Informaciones que pueden alertar sobre cierres o traslados de empresas, obras a corto plazo, creación de espacios comerciales, nueva edificación para vivienda que puedan hacer peligrar o favorecer el flujo peatonal.

6. Ubicación compatible con el cliente tipo del establecimiento

Luque insiste en la importancia de que el plan de negocio tenga bien definido el perfil de cliente para ajustarse a sus hábitos, zonas de recreo, trabajo o vivienda. Es importante analizar sus restaurantes y locales preferidos para identificar sus preferencias y utilizarlas en la selección de local.

7. Local compatible con la operativa a desarrollar en el establecimiento

Sin duda un punto importante: “Debe quedar clara la actividad del staff dentro del local, la comodidad de la circulación del personal, la ubicación de la zona de atención al público, los espacios necesarios para que la experiencia del restaurante fidelice al cliente, para el almacenaje y la recepción de productos”.

Como consideraciones generales, siempre es mejor locales amplios, diáfanos o con compartimentos, distribuidos en una planta o un máximo de dos. En cuanto a la fachada del establecimiento, es importante para transmitir la oferta y la experiencia a simple vista desde la calle.

8. Dimensión del local

Dependiendo del concepto de restaurante se puede establecer una estimación previa de la capacidad necesaria para su viabilidad. La cantidad ideal de cliente/ticket medio necesaria para mantener facturaciones puede calcularse tanto atendiendo al espacio como a la rotación (en una noche una mesa puede rotar dos, tres e incluso bastantes veces más para modelos de restauración rápida, por ejemplo). Este cálculo permite abordar la búsqueda del local teniendo muy bien definidas las necesidades de espacio y metros cuadrados para que un exceso o un déficit no  perjudique el beneficio.

9. Localización cerca de competidores

“Se debe tener en cuenta que la existencia de restaurantes en la zona puede generar un flujo positivo de clientes y un sano intercambio de comensales de parecido perfil que puedan optar por nueva oferta gastronómica”, defienden desde Opteamism.

10. Armonía vecinal

Por último un negocio de hostelería debe prestar atención a la interacción con la vecindad. Hay que asegurar que el local permite un buen aislamiento acústico, una correcta salida de humos y gestión de olores: “No sólo con la filosofía de cumplir con la ordenanza municipal si no con el objetivo de integrarse en sana convivencia con el vecindario, facilitando el flujo de clientes, la fidelidad de éstos y el trabajo del staff”.

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