Con una hipoteca fija todos los meses pagas la misma cuota, sin subidas y sin sorpresas. Así de sencillo. Esto es justo lo que más valoraron Rafa y Mónica cuando decidieron comprar su primer apartamento. Querían una vivienda propia, en pleno centro de Barcelona y, además, que los gastos no superaran los que habían calculado ellos para poder mantener su ritmo de vida. Y lo consiguieron. “Teníamos claro que en estos momentos no necesitábamos muchos metros cuadrados, pero sí era importante para nosotros que el apartamento fuera luminoso y que estuviera bien situado, en el centro de la ciudad. Hicimos una búsqueda rápida en Internet y encontramos lo que buscábamos: un apartamento reformado, con un dormitorio, una cocina americana, cuarto de baño y salón. Y no lo dudamos. Dejamos de pagar un alquiler para pagar una hipoteca fija en BBVA y tener nuestra propia vivienda. Además, lo mejor es que siempre pagamos lo mismo y no tenemos que estar pendientes de subidas y bajadas de tipos de interés”.
Jaime y Ana decidieron cambiar de casa con la llegada de su segunda hija. “Nuestra vivienda se nos quedaba pequeña porque la familia crecía. Necesitábamos un dormitorio más para que nuestras pequeñas estuvieran cómodas y, sobre todo, queríamos que la vivienda tuviera jardín para que las niñas pudieran jugar”. La pareja decidió abandonar su piso por una vivienda unifamiliar en una zona algo más retirada. “No fue fácil tomar la decisión. Por un lado, nos asustaba la idea de adaptarnos a otro tipo de vivienda y, también, afrontar una hipoteca más alta. Pero fue entonces cuando decidimos elegir la hipoteca fija en BBVA a 25 años. Nos da seguridad saber que todos los meses pagamos lo mismo y no tenemos sorpresas. En estos momentos, valoramos la tranquilidad por encima de todo”.
Una vivienda para cada tipo de persona
Iván es un hombre de éxito. En su momento decidió abrir una agencia de comunicación y, en pocos años, ha conseguido que su negocio crezca y ya tiene seis empleados. Las cosas le van tan bien que ha decidido comprarse un piso. “No tengo pareja y me gusta mucho hacer deporte. Es mi vía de escape, ya que entre semana paso muchas horas en la agencia. Por eso, tenía claro que la vivienda que me comprara tenía que tener piscina, gimnasio y pistas de pádel. Y a ser posible, estar cerca de un parque. Y la encontré. Ahora, con lo que me ahorro en clases de pádel y en el gimnasio, pago mi hipoteca fija y no sufro sobresaltos”.
“Cuando tienes niños, las vacaciones las tienes que pasar en la playa o en el pueblo. Aquí los niños pueden jugar, correr, bañarse… y por eso, nos decidimos a comprar una casa cerca del mar, en Málaga”. Para esta familia, no se trataba de la primera vivienda, sino de una segunda residencia y tenían claro que iban a evitar cualquier riesgo innecesario. “Cuando decidimos comprar una segunda casa para, principalmente, pasar las vacaciones con los niños, no sabía si íbamos a poder afrontar dos hipotecas a la vez: la de nuestra vivienda habitual y la de la playa. Pero cuando nos enteramos de las condiciones de una hipoteca fija, entendí que haciendo un esfuerzo podríamos conseguirlo. Y por eso, nos animamos. Los peques se van ya con los abuelos y nosotros iremos en julio, ¡estamos deseando que llegue el momento de estar todos juntos en la playa!”.
“La ventaja de una cuota fija permite planificarte bien y vivir desahogado. Es importante saber qué cuota puedes afrontar cada mes, según tus ingresos mensuales, pero existen simuladores de hipotecas muy sencillos que te hacen una primera aproximación”. Es el primer paso que Ricardo y Blanca dieron antes de decidirse por una hipoteca fija para comprar la casa de sus sueños. “Nosotros queríamos una casa a las afueras de la ciudad, en una urbanización con servicios. Queríamos también que la casa estuviera bien comunicada para que cuando nuestros hijos crezcan puedan ser independientes. Y la encontramos”. Blanca y Ricardo tienen una hipoteca a 25 años, pero están tranquilos porque saben que cuota tendrán que pagar cada mes.
Una hipoteca sin sorpresas: descubre la de BBVA
La hipoteca fija de BBVA ofrece la tranquilidad de pagar siempre lo mismo, tiene un tipo de interés fijo. Desde 1,90% TIN. (TAE 2,653 %). Se puede contratar a diferentes años, desde 15 años hasta los 30 años y con un precio muy atractivo. Lo bueno es que te permite ahorrar y planificar tu dinero mucho mejor porque no tienes sorpresas y sabes que siempre pagarás lo mismo por la hipoteca de tu casa. Así que si lo que buscas es tranquilidad, elige una hipoteca fija en BBVA.