Hace meses que la prensa económica enumera logros de la economía española y sus principales empresas. Son muchos los que se atreven a anunciar que la crisis queda atrás, pero el ciudadano sigue marcando distancia con una realidad que siente como ajena: ¿cuándo van a confluir las cifras macroeconómicas con las de la familia?
Si la salud del consumo es un buen termómetro para medir la salud de una economía, el Indicador de Confianza de los Consumidores elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) muestra cierta mejoría: en su última edición de septiembre alcanzó los 106,1 puntos, 2 décimas por encima del mes anterior y continuando con una línea al alza. De hecho la lectura es mucho más positiva si se realiza una comparativa con el dato de septiembre de 2014, que arrojaba un incremento de 16,8 puntos. Parece que el consumo entra en la senda del crecimiento, aunque los españoles aún sigan teniendo alguna preocupaciones: el paro ocupa la primera posición para un 78,6% de la población según el barómetro de octubre elaborado por este mismo organismo. Además este indicador vuelve a ubicar la económica como la tercera causa de preocupación.
¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?
La sabiduría popular dice que depende de los ojos con los que se mire. Uno de los datos que puede acercarnos a esta realidad es el de las expectativas de ahorro y compra de bienes duraderos, que recoge la citada encuesta del CIF sobre confianza de consumo. En términos trimestrales se registra una situación de estabilidad con tendencia positiva frente al ahorro, del +0,3%. Con más ímpetu crece el interés por adquirir bienes duraderos, claramente al alza, con una subida del +2,2% en el último trimestre y del 9,5% en términos interanuales. Y que se incremente el número de españoles dispuestos a invertir en una vivienda o cambiar de coche puede interpretarse como indicativo de que cada vez son más los que ven el vaso medio lleno.
Fuera de la estadística oficial, la medición de confianza del consumidor realizada por la firma Nielsen es una de las más influyentes. Su medición para España registra una subida de nueve puntos en el primer semestre de 2015, pasando de 63 a 72 puntos. Además, en los últimos meses de estudio (abril-junio),»se acelera el ritmo de crecimiento de la confianza». Sus expertos consideran como clave en esta evolución la seguridad o estabilidad en el empleo: «En el caso de España, y con un paro en torno al 22%, la percepción de que la situación laboral está mejorando empieza a crecer». Y como muestra de que la confianza se asienta sobre bases creíbles, se cita la estimación de la OCDE, que calcula que se crearán 500.000 puestos de trabajo en 2015 y otros tantos en 2016. Por tanto, queda claro que la percepción de recuperación de los ciudadanos está íntimamente ligada a la estabilidad o no de su situación laboral.
Pero nadie duda de que la lección de la crisis deja impronta y el consumidor necesita tiempo. Como afirma Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia: «Es significativo como poco a poco son cada vez más los que piensan que se revertirá la situación o que ya no ve tan clara la crisis. Esta percepción de mejora provoca que haya más ciudadanos dispuestos a salir y gastar más y que el ahorro se busque en partidas como la factura de luz y gas«.
¿Qué gastos se controlan y dónde se gasta?
Una gestión del ahorro que, según los expertos de Nielsen, se centra en reducir el gasto de gas y electricidad (así lo hace el 64% de los consultados, un 5% menos que en 2014); el ocio fuera de casa (el 62%, un 2% menos que el año pasado) y ropa nueva (el 58%, un 2% menos). El gasto telefónico, buscar soluciones de alimentación más baratas y reducir vacaciones son las otras tres partidas que las familias españolas controlan en favor de su economía. Pero, ¿en qué emplean el dinero que queda?
Empatados con un 37% destacan el ahorro, si bien recoge una tendencia a la baja de dos puntos con respecto a 2014, los mismos que suma la inversión en ocio fuera de casa, por lo que comparten el primer puesto de este ranking sobre destino del dinero una vez cubiertas las necesidades básicas. Le siguen las vacaciones que, con un 39%, es el que más crece, y ropa nueva (30%).
¿Cuántas familias ahorran?
Otro dato interesante para continuar con esta foto fija de la percepción de los españoles frente a la recuperación económica es su capacidad de ahorro. En esta ocasión nos servimos de un estudio del Instituto BBVA de Pensiones que afirma que el 43% de los hogares consiguen reservar una media de 309 euros al mes. Es el mismo porcentaje que en su estudio de 2013, y si bien «la crisis sigue suponiendo una freno al ahorro, se observa cierta tendencia a la estabilidad».