Este verano no des un portazo a la seguridad de tu casa

Raúl Alonso

Tres vueltas a la llave y empujón para comprobar que la puerta quedó bien cerrada. Paradojas de la vida, las felices vacaciones siempre comienzan con un fugaz pensamiento: «qué me encontraré a la vuelta».

Parece oportuno en este foro de información de la vivienda dedicar unos minutos a repasar recomendaciones y trucos sobre cómo defender nuestra más preciada propiedad. Un tema muy frecuente en estos meses de verano pero justificado por la nefasta estadística que maneja el Ministerio de Interior: el robo de viviendas se ha incrementado el 5,8% en los cinco primeros meses del año con respecto al mismo periodo de 2012.

Queda claro que nuestra primera misión es ponérselo difícil a los cacos. Empeño en el que colabora todos los años el Ministerio de Interior publicando una útil guía, la de 2013 bajo el título de #MicasaAsalvo, que nos sirve de hilo conductor. Ahora sólo resta saber si cumplimos con todas las cautelas…

Los 10 consejos de protección

  • Cierra todas las puertas y ventanas. Una acción que debe de acompañar cada una de las salidas de la vivienda, tanto de horas como de días. Conviene que la puerta principal siempre tenga más de una cerradura, lo que dificulta y alarga el trabajo del caco. Otras cautelas son comprobar que no libera hueco con el suelo, en donde se podría hacer palanca, y reforzar la parte de las bisagras con pivotes de acero y ángulos metálicos. Especial atención hay que tener con las ventanas o puertas que ofrecen acceso en lugares no visibles desde la calle, las rejas son de gran utilidad en estos casos, cuyos barrotes no deben ofrecer un hueco superior a los 12 cm.
  • Haz que tu vivienda parezca habitada. La recomendación más efectiva en opinión del Ministerio, que comienza por pedir a un vecino o conserje que recoja el correo. Dejar ropa colgada en el tendedero o una luz encendida para las ausencias breves son otras de las prácticas habituales. La Administración recomienda no desconectar totalmente la electricidad (un timbre que no suena es señal inequívoca de ausencia de habitantes), no cerrar del todo las persianas, instalar detectores de presencia conectados a luces o radios, y no esconder llaves en el contador de la luz, macetas u otros objetos cercanos a la puerta. Siempre que sea posible contar con un vecino, conviene dejarle un teléfono para un caso de emergencia. Y a propósito del teléfono, desviar el número fijo a otro teléfono en el que alguien pueda atender las llamadas también puede ser una precaución útil.
  • Reforzar la vigilancia si se vive fuera del casco urbano. Además del siempre efectivo perro y otros métodos disuasorios de vigilancia más tecnológicos, se puede iluminar la zona de acceso a la vivienda, el porche y los patios.
  • Guardar en lugar seguro los objetos o documentos de valor. Observación que incluye llaves de otras viviendas o coches, talonarios, claves de tarjetas, códigos de acceso a la banca online… Lo mejor es guardarlos en una caja de seguridad. Conviene elaborar un inventario con los números de serie de aparatos electrónicos, marca y modelo, que también pueden ser fotografiados, como las joyas, antigüedades u obras de arte. En caso de robo, esta información será de gran utilidad en la labor de recuperación.
  • Evitar comentar con desconocidos los planes de vacaciones. Un punto que añade una novedad en la actual campaña al incluir los comentarios realizados en redes sociales, al parecer una útil fuente de información para los ladrones. De ahí que convenga no colgar las fotos en la playa hasta la vuelta o no abusar de los check-in en Foursquare, la geolocalización también puede convertirse en un enemigo de la seguridad. Advertencia a compartir con los jóvenes, como sabemos, siempre dispuestos a explayarse en todo tipo de foros.
  • Abrir la puerta o el portal a desconocidos. Una actitud muy habitual que no compromete sólo la seguridad propia, también la de todos los vecinos. Cuando llaman a nuestra puerta no se debe abrir hasta haber identificado quién es. En el caso de personal de servicios que tenemos contratados (agua, luz, teléfono, gas…), se les debe exigir su acreditación. Del mismo modo, no se debe concertar visitas en el domicilio con desconocidos a través del teléfono o Internet.
  • Si detectas algo extraño, no entres. Si encuentras la puerta de tu casa abierta o una ventana rota no hay que acceder a la vivienda. Frente a esta situación, la primera recomendación es llamar a la Policía (091) o la Guardia Civil (062). Además, no se debe tocar nada del interior para no destruir pruebas.
  • La colaboración ciudadana anónima contribuye a la seguridad de todos. Cuando se ven sospechosos merodeando entorno a una vivienda o se oyen ruidos en casas desocupadas, lo mejor es denunciarlo a las fuerzas de seguridad.
  • Para los ladrones todos los ojos son cámaras de seguridad. Sentirse vigilados puede servir para que los ladrones desistan en su intento. Anotar los números de matrículas de vehículos y fijarnos en su aspecto físico puede ser de gran utilidad.
  • Nunca les hagas frente. Si un ladrón entra en tu casa, lo mejor es llamar a la Policía o a alguien que pueda ayudar, sea posible o no lo más importante es no hacerle frente.

Para evitar despistes de última hora lo mejor es olvidarse de las prisas en el momento de abandonar la casa: dos minutos serán suficientes para comprobar que todo está correcto.

Si quieres dar un rápido repaso, la campaña #MicasaAsalvo ha resumido todas estas recomendaciones en este divertido vídeo.

 

Ya sabes, que este verano lo único que te roben sea el corazón 😉

 

Foto: @Håkan Dahlström, distribuida con licencia Creative Commons CC BY 2.0 

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