“Una de las ventajas de mi profesión –comenta Fernando, quiropráctico con negocio en Madrid–, además de no tener mucha competencia, es que he podido montar mi propia empresa con poca inversión. Estoy pagando 200 euros de alquiler por un local de unos 45 m2 y bien situado. Y no tuve mucho problema en encontrarlo porque había bastante oferta”.
Como el de Fernando, los negocios que no precisan de mucha superficie son un factor de activación del mercado del alquiler y venta de locales. Un estudio realizado por la consultora Aguirre Newman concluye que las superficies más demandadas en Madrid son las que no sobrepasan los 200 m2: fueron el 82% de las peticiones en 2013, por encima de la media del 70% registrada en los cinco últimos años.
“Los emprendedores que en estos tiempos se deciden a poner en marcha una empresa suelen contar con una financiación limitada –afirma José Luis Quesada, asesor inmobiliario–, por eso ajustan sus necesidades a espacios reducidos para que el coste no suponga una gran carga o puedan amortizarlo con comodidad. Está claro que todo depende del tipo de negocio, pero ahora lo que detectamos son sobre todo comercios pequeños: tiendas de animales, servicios de limpieza profesional o, como el último que he conocido, una tienda de reparación de calzado”.
Nuevas ideas, nuevos negocios
Jacobo estuvo trabajando hasta hace un año en una empresa editorial como especialista en SEO, una profesión que ayuda a posicionar a las empresas en los buscadores de Internet. Desde hace seis meses es autónomo: “Estuve pensando montar el despacho en casa porque me basta con una mesa, una silla y un par de ordenadores, pero hubiera sido un problema para recibir a los clientes. Además, probablemente tendré que contratar a alguien que me ayude. He alquilado una pequeña oficina cerca de casa (en Madrid), con una recepción y dos despachos, por 320 euros al mes. Y tuve que darme prisa en firmar el contrato porque había más gente interesada”.
Son muchas las ideas originales que pueden dar lugar a estas pequeñas aventuras empresariales de bajo coste. Por ejemplo:
- Reparador de smartphones. Según el Business News Daily, el mercado para arreglar estos dispositivos crece con fuerza, pero ni a las operadoras ni a las marcas les compensa ofrecer este servicio. El coste de arranque y mantenimiento del negocio son muy bajos.
- Contabilidad y gestoría. Como resumía la revista Forbes en uno de sus artículos, todo el mundo necesita contables para gestionar sus pequeños gastos, no importa como funcione la economía. Estos profesionales trabajan en espacios reducidos y gracias al marketing de escala con numerosos clientes que repiten.
- Tienda de artículos usados. La situación actual ha disparado las ventas de objetos de segunda mano: vestuario, electrónica, libros, videojuegos… Proliferan estos comercios tanto generalistas como especializados. Por ejemplo, Ropland ofrece en un pequeño local de Alcorcón (Madrid) hasta mil prendas usadas, con muy buenas perspectivas de crecimiento y con gastos fijos asumibles.
- Mini-gimnasios. Al igual que los quiroprácticos, los entrenadores personales no precisan apenas infraestructura ni máquinas voluminosas ni sofisticadas para atender a los clientes.
- Consultas de dietética. La demanda de regímenes y asesoramiento nutricional es muy alta y basta un despacho para realizar las consultas.
Como ves, una buena idea puede funcionar en espacios pequeños y un local reducido puede resultar muy rentable.