Menos, es más. La decoración minimalista lleva esta frase del arquitecto alemán, Mies van der Rohen, a la máxima potencia eliminando los objetos superfluos y apostando por la simplicidad. Aunque parezca que el resultado puede ser soso o carente de personalidad, este estilo tiene cada vez más adeptos por su elegancia y sencillez.
¿Qué es la decoración minimalista?
La decoración minimalista se basa en reducir o eliminar los elementos superfluos que normalmente adornan los hogares y dejar espacio exclusivamente a aquellas cosas que tienen una función específica. Es decir, se trata de no sobrecargar los espacios para dejar simplemente lo esencial.
El minimalismo es un movimiento que originalmente pertenecía al mundo del arte; sin embargo, en la década de 1920 conquistó el diseño de interiores y la decoración hasta llegar a nuestros días.
Las obras de propio Mies van der Rohen son un gran ejemplo de minimalismo, especialmente la Casa Tugendhat construida en la República Checa entre 1928 y 1930.
Claves de la decoración minimalista
Lo que caracteriza al estilo minimalista es que los espacios están prácticamente desnudos: pocos muebles, colores (casi siempre) neutros, líneas rectas y escasos elementos de decoración.
Los fundamentos de esta filosofía decorativa son sencillos:
- Espacios limpios, luminosos, despejados, espaciosos y muchas veces abiertos.
- Sencillez y la funcionalidad para mantener la sensación de amplitud.
- Líneas geométricas sencillas, limpias y precisas.
- Texturas simples y colores monocromáticos en suelos, techos y paredes.
- Predomina el color blanco, así como el gris, beige y algunos toques de negro.
- Muebles sencillos con formas geométricas puras, líneas rectas y materiales nobles.
- Textiles sobrios, lisos y de tonos neutros.
Consejos para una casa de decoración minimalista
Una de las principales ventajas de apostar por un estilo de decoración minimalista es que, según dicen los que ya lo disfrutan en sus hogares, aporta grandes dosis de calma y serenidad. La sobriedad y los espacios abiertos ayudan a despejar la mente y se convierten en verdaderos refugios.
También ahorran tiempo porque, al tener menos cosas, la limpieza y el mantenimiento del hogar se simplifica en gran medida.
Aquí van algunos consejos para introducir este estilo decorativo fácilmente:
1. Ve poco a poco
Una casa y un estilo minimalista no se consiguen de un día para otro. Es preferible ir poco a poco e ir aprendiendo a simplificar. Es importante ser sincero con uno mismo y decidir qué objetos son necesarios y cuáles no. Y hacer este ejercicio periódicamente, ya que cada vez será más fácil.
2. Mantén los espacios siempre ordenados
Si cada cosa tiene su sitio, como dice Marie Kondo, es fácil mantener el orden dentro de casa; así que adjudica un lugar fijo a cada objetivo. A ser posible, dentro de armarios o cajones para dejar los menos elementos posibles a la vista. Y si no, utiliza bandejas para organizar accesorios pequeños ya que delimitan el espacio y crean sensación de orden.
3. Preserva la calidez
Los espacios minimalistas pueden transmitir frialdad. Lo más recomendable para que las estancias resulten acogedoras es utilizar textiles que aporten calidez. Cojines, mantas, alfombras… crean esa calidez tan importante para generar sensación de hogar.
4. Elige muebles escandinavos
Los muebles y elementos decorativos de estilo nórdico encajan perfectamente con el minimalismo. Busca formas geométricas como esferas, hexágonos, triángulos… en definitiva, líneas puras y rectas para un resultado sorprendente.
5. Apuesta por las plantas
El toque final para un estilo minimalista lo dan las plantas. Apuesta por hojas verdes, grandes y que llamen la atención. Las plantas aportan alegría, elegancia y son un elemento decorativo de moda.
¡Ahora solo falta ponerse en acción! Traslada las claves de la decoración minimalista a tu casa y deja que respire cada rincón de tu hogar.