El reto es ambicioso, alcanzar una provisión de energías renovables al 100%, y el plazo para conseguirlo, de apenas 30 años. Con esa meta en el horizonte, el parlamento de las Islas Baleares ha aprobado, sin ningún voto en contra la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, cuyo objetivo último es el de hacer de las islas un mejor lugar para sus habitantes además de posicionar Baleares como un destino turístico sostenible.
Con ello, la comunidad balear da el primer paso al frente para reducir el impacto del cambio climático con las medidas acordadas por las Naciones Unidas en el Acuerdo de París, y lo hace definiendo una hoja de ruta estricta a cumplir durante el periodo de transición. Una de las medidas más notorias es la prohibición de entrada y matriculación de vehículos diésel a partir de 2025, 15 años antes de que, según las previsiones, la misma medida tome efecto a nivel estatal.
Una apuesta fuerte por las energías renovables
Con el fin de reducir la dependencia de combustibles fósiles, Baleares apostará por la energía eólica y, sobre todo, por la solar (Palma de Mallorca, por ejemplo, presume de más de 300 días de sol al año). Se pondrá en marcha un programa de incentivos y subvenciones (se estima que la administración central destinaráhasta 40 millones de euros) se n a ello) para la instalación de placas fotovoltaicas, que serán obligatorias en aparcamientos públicos y nuevos edificios.
Las grandes empresas deberán calcular y registrar públicamente su huella de carbono y presentar sus propios planes de reducción de emisiones y gestión energética. La administración, por su parte, se compromete a que todo el alumbrado público sea de bajo consumo en 2025.
Movilidad sostenible: ni diésel ni gasolina
El tráfico rodado, como una de principales fuentes de emisiones contaminantes, es también uno de los elementos afectados por la norma. Una de las medidas más llamativas es la prohibición total de acceso y matriculación a vehículos diésel a partir del año 2025, prohibición que se extenderá a los vehículos de gasolina 10 años después.
¿Y los vehículos diésel y gasolina que ya están dentro de las islas? Podrán seguir circulando hasta el fin de su vida útil por lo que la norma impactará en mayor medida sobre aquellos turistas que viajen a la isla con su propio vehículo.
Las empresas de alquiler también deberán adaptar su oferta de forma progresiva, pasando de un porcentaje del 2% de vehículos eléctricos en 2020 al 100% de su flota en 15 años. El gobierno autonómico confía que, con esta batería de medidas, en el año 2050 la totalidad del parque móvil esté conformada por coches eléctricos.
Como ejercicio piloto y motivos de impacto medioambiental, en la isla de Formentera ya se han establecido los primeros controles al acceso de vehículos de gasolina o gasoil, que ya necesitan tramitar un permiso especial para acceder a la lista.
De forma paralela a la promoción de energías renovables, la reducción de dependencia de combustibles fósiles se materializará en la desaparición de las centrales térmicas de las islas. La primera en echar el cierre será la de Es Murterar, en la isla de Mallorca y el cierre se producirá por etapas a partir del año 2020.
¿Ejemplo para el resto de España?
La ley balear ha sido definitivamente aprobada unos días antes de que el anteproyecto del gobierno de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética estatal viese la luz verde en el Consejo de Ministros. Mientras a la ley estatal aún le queda un largo camino hasta su definición y aprobación definitiva, el ejemplo balear podría servir de guía a la administración central para encauzar el camino de España en la transición energética.