Cada dos años el Royal Institute of British Architects (RIBA), una de las instituciones de mayor prestigio en el sector de la arquitectura, elige el proyecto constructivo más innovador entre las decenas de propuestas que les llegan de todo el mundo.
Hace unos días se ha conocido el ganador de esta edición: la Escuela Canuana, un centro formativo construido con madera y barro, ubicado en Formoso do Araguaia, localidad del estado brasileño de Tocantins, en plena selva amazónica.
Los estudios Aleph Zero y Rosenbaum son los responsables del singular diseño de este complejo de 25.000 metros cuadrados dividido en dos edificios gemelos levantados con los materiales que proporciona la vegetación y el suelo.
El principal objetivo de los arquitectos fue librar del agobiante calor amazónico (se llegan a alcanzar más de 40oC a la sombra) a los 540 niños de entre 13 y 18 años que ya ocupan sus aulas.
Cada edificio está levantado sobre tres patios sombreados en los que se reúnen y juegan los escolares. En su construcción se han utilizado ladrillos perforados y techos de madera que permiten una ventilación natural con la que se logra rebajar la temperatura interior en al menos 10oC.
Los proyectos finalistas
Tres proyectos han sido los finalistas que han acompañado a la Escuela Canuana en esta edición de los premios RIBA. El equipo de arquitectos O’Donnell y Tuomey, en colaboración con la Universidad Centroeuropea de Budapest, presentó un nuevo campus en el corazón de la capital húngara que conecta los viejos edificios facultativos creando espacios de encuentro y convivencia.
Otra de las propuestas destacadas por el gran jurado de RIBA fue la Escuela de Música Toho Gakuen, en Tokio, diseñada por Nikken Sekkei, que ha pretendido construir un entorno comunicativo para que los músicos se conecten visualmente durante las prácticas, en lugar de aislarse como suele ser habitual.
El otro finalista ha sido el Bosque Vertical de Boeri Studio. Son torres residenciales que se levantan en la ciudad de Milán y en la que conviven personas y árboles, con un diseño que establece un nuevo estándar en viviendas sostenibles.
Ben Derbyshire, presidente de RIBA, ha asegurado que estos cuatro proyectos “muestran un enfoque totalmente visionario e innovador y una ejecución de excelencia, además de impactar positivamente en las comunidades para las que fueron diseñados. Y aunque estos cuatro edificios se encuentran en diferentes continentes y husos horarios, como toda gran arquitectura, comparten características comunes, entre las que destaca su sensibilidad hacia el ambiente local y su respuesta a las necesidades particulares de las personas que los usan”.
Imagen:
© Leonardo Finotti