Ya es una realidad: los españoles apuestan cada vez más por el alquiler. Lo hacen dos de cada tres hogares. Por eso, el Gobierno ha aprobado un paquete de ayudas para reformar viviendas y fomentar este mercado.
Una tendencia que está creciendo
Uno de los objetivos que persiguen estas ayudas es mejorar la eficiencia energética de los edificios buscando soluciones que contribuyan al ahorro energético, así como medidas que promuevan el uso de las energías renovables. Otro de los grandes retos es fomentar la emancipación de los jóvenes españoles, que todavía están lejos de la media europea (el 30% alquila frente al 22,2% de los españoles). Lo que sí es cierto es que en España ha habido un gran cambio de mentalidad: ahora hay gente que busca más flexibilidad y menos ataduras a la hora de elegir qué tipo de vivienda desea tener. De hecho, dos de cada tres hogares apuestan por este tipo de acuerdo. En 2017 se registraron unos 552.000 contratos de arrendamiento y para el cierre de este año se estiman 566.000 (14.000 más).
Qué tipos de ayudas hay
El Ministerio de Fomento aprobó el pasado mes de marzo la nueva Ley Estatal de la Vivienda para “proteger el derecho fundamental de los ciudadanos a una vivienda digna y dar más seguridad a compradores, vendedores, arrendadores y arrendatarios”.
Aunque cada comunidad autónoma determinará el importe de la subvención, el Gobierno ha identificado cuatro grandes líneas de actuación:
- Programa de fomento de la rehabilitación edificatoria: se trata de subvenciones para trabajos de conservación, accesibilidad a los edificios o eficiencia energética, para pisos construidos antes de 1981. Las subvenciones tendrán una ayuda máxima (por vivienda) de 2.000 euros para obras de conservación y 1.000 euros si se llevan a cabo tareas de accesibilidad y otros 1.000 euros para mejorar la eficiencia energética.
- Programa de fomento de la regeneración y renovación urbanas: se trata de ayudas destinadas sobre todo a espacios públicos y rehabilitación de edificios. En este apartado, es necesario cumplir estos requisitos: al menos un 60% de la edificabilidad deberá destinarse a uso residencial de la vivienda habitual y los edificios deberán poseer el informe de evaluación de acuerdo a la Comunidad de Propietarios.
- Ayudas para el fomento de ciudades sostenibles: es un programa dirigido a la renovación de aquellos cascos históricos y centro de las ciudades que no están en buen estado. En este punto, es necesario que la vivienda esté circunscrita a un único término municipal, incorporar la memoria descriptiva y de viabilidad técnica, un presupuesto estimado y un calendario de actuación.
- Programa de apoyo a la implantación del Informe de evaluación de edificios: se trata de subvenciones destinadas a la evaluación del estado de los edificios, análisis de los mismos, sus condiciones de accesibilidad, etc.
Qué buscan los inquilinos
El tipo de vivienda que buscan los arrendatarios oscila entre un dormitorio y cuatro, siendo el precio medio de 780 euros/mes por un piso de 112 metros cuadrados. Lo dice el Informe Trimestral de Alquiler de Pisos realizado por Pisos.com. Madrid, Barcelona y la costa del Mediterráneo se sitúan a la cabeza registrando precios que no se veían desde hacía más de diez años. Según un Informe de Fotocasa, Barcelona presenta las rentas de alquiler más caras de toda la geografía (1.796 euros al mes) seguida de Madrid con un precio de 1.395 euros al mes de media.
Facilidades para los arrendatarios
Las nuevas medidas parecen indicar que el gobierno quiere fomentar el mercado del alquiler, dada la demanda actual. Y por eso, hace unos meses también aprobó ayudas económicas dentro del Plan de la Vivienda 2018-2021 destinadas a los inquilinos. Un total de 1.443 millones de euros se repartirán las Comunidades Autónomas, siendo Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana las que mayores ayudas recibirán.
A la hora de clasificar las ayudas, la Administración seguirá varias líneas de actuación para diferentes colectivos:
- Para menores de 35 años: una subvención de hasta el 50% de la renta para aquellos cuyos ingresos estén por debajo de los 22.558 euros brutos al año y no tengan una propiedad. El límite del precio del arrendamiento no debe superar los 600 euros con la excepción de Madrid y Barcelona, donde el tope son 900 euros y con una ayuda máxima del 30%.
- Entre 35 y 65 años: una subvención de hasta el 40% en el alquiler del piso siempre que los ingresos no superen los 22.558 euros brutos al año y la renta no sea mayor de 600 o 900 euros, en el caso de la capital o Barcelona. Al igual que para el tramo anterior, la vivienda debe ser habitual.
- Para mayores de 65 años: el beneficio será de hasta el 50% de reducción en el alquiler siempre que el patrimonio no supere los 100.000 euros, el inquilino no disponga de un piso en propiedad y los ingresos sean inferiores a los 22.558 euros.
- Personas que están en situación de desahucio: también pueden pedir ayudas de hasta 400 euros para pagar el arrendamiento.