Según la Agencia Tributaria, más de 2.200.000 españoles son arrendadores, nada menos que un 54% más que hace 10 años.

La cifra supone un récord que se explica por la rentabilidad que proporciona este tipo de inversión gracias al importante aumento de la demanda y por la mayor confianza de los inversores en que los inquilinos cumplan con sus obligaciones.

El Banco de España proporciona los datos que dibujan este escenario propicio para los caseros: la rentabilidad media en la actualidad es del 4,2% anual, pero si se suma la revalorización a 12 meses de los inmuebles, según la actual evolución del mercado la cifra alcanzaría el 10%. Ningún producto financiero ofrece unos beneficios tan elevados.

Según un informe del Grupo Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), el 30% de quienes compraron vivienda en España el pasado año lo hicieron para ponerla en alquiler. En las grandes ciudades ese porcentaje fue aún más elevado: 44% en Valencia, 36% en Barcelona y 35% en Madrid.

Las joyas del alquiler

Son datos lógicos si consideramos que la capital y la Ciudad Condal son las que generan una mayor rentabilidad, siempre según el estudio de Tecnocasa y UPF (sumando la rentabilidad bruta y la revalorización).

En la capital catalana el distrito que ofrece más beneficios es el de Sants-Montjuic, con nada menos que un 32,9% de rendimiento bruto anual. Le siguen el Eixample (26,8%), Gràcia (25,9%), Sant Martí (25,6%), Horta-Guinardó (24,9%) y Nou Barris (21%).

En Madrid, el distrito Centro registra una rentabilidad del 19,7%. Muy cerca se sitúan los barrios de Salamanca (19,2%) y Chamberí (18,8%). Puente de Vallecas, Villaverde y Usera tienen una rentabilidad bruta mayor que aquellos, pero su revalorización es más reducida.

Ese mismo informe señala el impacto de las plataformas de alquiler turístico en el mercado inmobiliario. Arrendar por periodos cortos incrementa la rentabilidad, por eso el 20% de los inversores que compran para hacer negocio destinan la vivienda a la ocupación turística.

El 65% sigue prefiriendo la estabilidad que proporciona un inquilino a largo plazo. El 15% restante de inversores no alquila la propiedad, solo espera que se revalorice para venderla y lograr una plusvalía.

“Hay otro elemento que está dinamizando el mercado del alquiler: los propietarios están perdiendo el miedo a los inquilinos –asegura Juan Cueto, agente inmobiliario–. Ahora se cuenta con una mejor cobertura legal y, además, pueden contratarse seguros de impago que ofrecen tranquilidad en el cobro de la renta”.

Tampoco hay que desestimar el paulatino cambio de tendencia en la preferencia por comprar en vez de alquilar. El informe Radiografía del mercado de la vivienda 2016-2017, realizado por Fotocasa a partir de 5.000 entrevistas, pone de manifiesto que solo 3 de cada 10 españoles sigue pensando que alquilar es tirar el dinero; en 2011, la proporción era 6 de cada 10. De modo que el mercado parece que continuará en expansión y, por tanto, seguirá aumentado la rentabilidad y el número de inversores.