Una de las decisiones más trascendentales es la elección del sitio dónde vivir. El lugar donde transcurre nuestra existencia termina por formar parte de la propia identidad. “No eres de dónde naces, sino de dónde paces”, reza un dicho popular.
Si se te plantea esta disyuntiva en el horizonte, es el momento de reconsiderar tus prioridades, hacer labor de investigación, estudiar los pros y contras antes de tomar decisiones. El lugar perfecto para ti, el que mejor se adecua a tus necesidades y estilo de vida, está ahí fuera: sólo tienes que encontrarlo. Con esta guía te ayudamos a repasar todos los aspectos que debes poner sobre la balanza:
- Presupuesto. Déjate seducir sólo por aquellas zonas que verdaderamente te puedes permitir y ten en cuenta que, aunque el factor más importante es el precio de la vivienda, no es el único: el nivel de precios general del barrio (supermercados, tiendas, restaurantes, gimnasios, etc.) también debe estar acorde a tus posibilidades.
- Suministros y servicios básicos. Localízalos y evalúa el tiempo y la manera de llegar hasta ellos. Mercados y supermercados, centros comerciales, farmacias, bancos, centros médicos, hospitales…
- Adecuación personal. ¿El barrio vibra en tu misma frecuencia? Debes sentirte cómodo en el entorno. Para muchas personas, es importante estar cerca de una determinada comunidad o verse rodeado de otras personas con similares modos de vida.
- Tus amigos y tu familia. La posibilidad de mantener el contacto frecuente con los seres queridos también puede ser un factor definitivo a la hora de elegir dónde vivir. No son pocos los que se niegan a abandonar el barrio donde se han criado para no renunciar al vínculo emocional.
- Seguridad. ¿Quién no quiere evitar entornos conflictivos donde las peleas, los robos y otros altercados están a la orden del día?
- Si tienes hijos pequeños o prevés tenerlos en un futuro, también es importante que el vecindario sea adecuado para ellos. ¿Hay guarderías y colegios cercanos? ¿Parques infantiles? ¿Otras familias con niños en la zona?
- Transporte y cercanía al puesto de trabajo. El tiempo a invertir en desplazamiento es otro aspecto a considerar. ¿Te moverás en transporte público o en coche? ¿Está tu barrio bien comunicado? ¿Es fácil aparcar?
- Acceso a la cultura. Si tu mente necesita estímulo intelectual, probablemente te preocupe que cines, bibliotecas, teatros o museos no estén muy alejados o mal comunicados.
- Ocio y tiempo libre. Lo mismo ocurre con las actividades a las que prefieras dedicar tu tiempo libre. ¿Te gusta la vida nocturna? ¿Comer fuera? ¿Hacer deporte al aire libre? Debes considerar si podrás desarrollar tus aficiones en la zona.
- Ruidos, olores y otras inconveniencias. Fábricas cercanas, aeropuertos, carreteras o vías del tren, zonas de ocio nocturno… Estos factores y otros pueden causar molestias inesperadas. Para no llevarte sorpresas desagradables, asegúrate de visitar el área varios días a distintas horas antes de tomar ninguna decisión.
- Tipologías de vivienda. Piensa si el vecindario te puede ofrecer una vivienda que se ajuste a tus necesidades y preferencias. A algunos les merecerá la pena sacrificar metros cuadrados en pro de la localización, otros preferirán una vivienda más amplia en la periferia.
- Perspectivas del mercado inmobiliario. Comprar una casa es una gran inversión así que es importante considerar su conveniencia o no de cara al futuro. No es lo mismo invertir en una zona en pleno desarrollo que en una zona saturada, por ejemplo.
Después de considerar todos estos factores, ya tendrás una idea más clara sobre los barrios que mejor se ajustan a tus necesidades. ¡Suerte con la búsqueda!