Se necesitan muchas horas para buscar, calcular, analizar y reflexionar antes de comprar una vivienda. Es lógico, la decisión nos puede condicionar la vida. Precio, hipoteca, metros cuadrados, número de habitaciones, ubicación… Todos los detalles son importantes, por eso debemos ir más allá de lo inmediato e imaginarnos viviendo en esa casa.
Hay que averiguar si realmente será confortable y si en el futuro supondrá un gasto mayor de lo que pensábamos por problemas estructurales o deficiencias energéticas. La empresa Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, ha elaborado un estudio con 10 preguntas esenciales que hay que hacerse antes de comprar una vivienda si queremos evitar ese tipo de desagradables sorpresas.
- ¿Es silenciosa? ¿Tendré que escuchar a los vecinos?
Según estima esa empresa, 8 de cada 10 hogares españoles soporta exceso de ruido, la mayoría producido por las conversaciones de los propios vecinos, al que se suma la contaminación sonora de la calle, las pisadas y movimientos en el piso de arriba o los aparatos tecnológicos. El silencio significa más calidad de vida.
- ¿Cuál es el grosor de las paredes? ¿Se ha utilizado algún sistema de aislamiento durante el proceso de construcción?
Las paredes perimetrales de la vivienda deben tener al menos entre 20 y 30 centímetros de ancho y contar con materiales que absorban los ruidos. Estos sistemas solo fueron obligatorios en la construcción a partir de 2009, cuando entró en vigor el Documento Básico de Protección frente al Ruido.
- ¿Cómo está diseñado el sistema de cañerías y tuberías?
Este es otro elemento que tiene que ver con la insonorización de la vivienda. La descarga de las cisternas y las bajantes por donde se evacúan los residuos representan el 9% de los ruidos que se soportan en una casa, según el estudio de Danosa. Cañerías y tuberías también deberían contar con un aislamiento sonoro.
- ¿El edificio cuenta con algún sistema de aislamiento térmico?
El 99% de los edificios en España no cuenta con un aislamiento térmico adecuado. Eso supone más gastos y más emisiones de gases contaminantes. Si el edificio está en el 1% restante o tiene previsto realizar obras de rehabilitación para lograr una mayor eficiencia energética, nos ahorraremos hasta un 50% en climatización (unos 400 euros anuales en una vivienda media, según Danosa) y reduciremos también a la mitad la emisión de dióxido de carbono.
- ¿La vivienda tiene algún techo acristalado o claraboya?
Cuanta más luz natural, menos gasto en electricidad. Danosa estima que un techo acristalado o una claraboya pueden ahorrarnos hasta un 30% de la factura anual.
- ¿El edificio ha tenido problemas de goteras?
En ese caso, hay que averiguar si se ha instalado un sistema de impermeabilización eficiente. Si no ha sido así, las goteras tarde o temprano reaparecerán, provocando humedades y desperfectos que tendremos que asumir.
- ¿Cómo se canalizan las aguas de lluvia?
Otro elemento vital para prevenir humedades. Las conexiones de esas canalizaciones con las bajantes deben estar en buen estado y contar con sumideros específicos. Unos buenos drenajes evitarán que el agua se cuele en la estructura del edificio.
- ¿El garaje y los trasteros están libres de humedades?
Si esos espacios son subterráneos, las humedades aparecen por capilaridad, es decir, porque no hay un buen aislamiento e impermeabilización con el suelo. Los costes de esas reparaciones pueden ser más altos que los que provocan las goteras.
- ¿Cómo afecta la humedad a la estructura del inmueble?
Danosa señala que las humedades pueden afectar a la solidez y estabilidad del inmueble. El peligro aumenta en zonas lluviosas. No es solo un problema de costes, sino de seguridad.
- ¿Cómo puede mejorar energéticamente la vivienda?
Habría que calcular el coste de la reforma para lograr un adecuado aislamiento, con actuaciones en las cubiertas y fachadas. Lo más conveniente y más económico es hacer una rehabilitación integral del edificio. ¿Los vecinos estarían dispuestos a ello?