¿Podrías vivir sin privacidad, en una casa en la que se ve todo lo que haces? Pues en Tokio hay una pareja que vive así. Se trata del proyecto ideado por el arquitecto nipón Fujimoto y se ha convertido en una auténtica revolución para la ciudad de Tokio. En pocas palabras: se trata de un cubo gigante que a su vez alberga otros cubos interiores y que además utiliza luz solar.
Una vivienda sin privacidad
La casa NA es una combinación entre arte y naturaleza. Sus 914 metros cuadrados están diseñados a lo largo de una enorme caja transparente. En su interior, se suceden otras cajas a diferentes niveles, que a su vez están interconectadas por pequeñas estructuras horizontales y por escaleras de corto recorrido.
En su interior, los estilizados pilares de acero mantienen en pie toda la estructura, pero todo el revestimiento es de vidrio transparente, de tal manera que se puede ver todo lo que sucede en su interior desde la calle. No cabe duda de que la construcción llama la atención por su diseño atrevido y original, y además su localización no deja indiferente. Se encuentra situado en un barrio de Tokio donde las viviendas son mucho más convencionales, así que cualquiera que pasee por esta zona se fija en la Casa Na. Sin embargo, el interior no es menos original: cada habitación está concebida como un espacio independiente, pero la realidad es que no hay mucho hueco para la intimidad puesto que todas las estancias están conectadas entre sí.
¿Quién querría vivir aquí? El encargo lo hizo una joven pareja que quería mudarse a este barrio pero quería una casa diferente y que les permitiera vivir con libertad. Al parecer, la joven pareja no tenía claro para qué quería cada una de las habitaciones, así que prefirieron optar por espacios abiertos y vivir en la original construcción como si fueran nómadas.
Una casa que apenas consume
A nivel energético, la vivienda no necesita energía durante el día. La cantidad de luz solar que entra por las paredes y techos es suficiente para iluminarla y abastecer a toda la vivienda. Tan solo por las noches es necesario el uso de luz artificial. Sin embargo, el arquitecto también ideó la construcción para soportar las altas temperaturas estivales que hay en Tokio, y el vidrio escogido como material principal para su revestimiento reduce el 70% de luz directa del sol causando un efecto muy agradable en el interior. Además en el exterior, la casa cuenta con árboles que ayudan a dar cobijo al gran cubo y proporcionan la sombra necesaria para ayudar a que en el interior las temperaturas no sean excesivamente elevadas durante los meses de verano.
Una prolífera carrera
Dice su autor que a la hora de diseñar el hogar se basó en la forma en la que los ancestros tenían que vivir en los árboles.
Sin embargo, no se trata de un proyecto aislado de Sou Fujimoto. El arquitecto japonés se ha convertido en una de las promesas más importantes de la arquitectura asiática. Ya cuenta con un importante palmarés lleno de premios y sin duda, su estilo ya tiene su propia seña de identidad.
Otras obras suyas son la Casa N, en Japón, revestida de madera y perfectamente integrada en un entorno natural, La Biblioteca y Museo de la Universidad de Arte de Musashino, donde las paredes llenas de libros se van conformando en forma de espiral y acompañan a los visitantes en su recorrido. O el Serpentine Pavillion, en Londres, una estructura de acero translúcida que conecta el interior con el exterior.