Una tienda libre de hurtos y robos

Raúl Alonso

Videovigilancia, etiqueta antihurto, arcos de seguridad, alarmas conectadas e incluso los novedosos generadores de niebla… Las soluciones para evitar el hurto en tienda son innumerables, tantas que el comerciante no sabe cómo acertar. Con el objetivo de facilitar la decisión se ofrecen estos consejos para proteger una tienda frente al hurto y el robo.

El equilibrio de factores que convierte el comercio en un éxito es siempre inestable. Por eso el comerciante debe asegurarse de que ningún elemento externo desestabilice esa confluencia de fuerzas. Y en ese listado de cautelas, la seguridad en tienda acostumbra a ser uno de los factores que más preocupa.

De partida la estadística no parece excesivamente alarmante. Se estima que el 0,82% de las mercancías de tienda desaparecen sin razón aparente, es lo que los técnicos conocen como pérdida desconocida. El hurto interno de los empleados, los errores en etiquetado o durante la recepción de producto son algunas de las causas de la pérdida desconocida, pero el factor más determinante es el hurto externo. En concreto es el responsable del 59% de esas pérdidas, según cálculo del informe La pérdida en la gran distribución comercial 2017, firmado por Aecoc (Asociación de Empresas de Gran Consumo) y la consultora EY.

Sin embargo, cuando ese porcentaje de pérdida se enfrenta a la realidad del balance de resultados es cuando la ineficiencia en la seguridad muestra su verdadero impacto, que incluso puede llegar a cuestionar la rentabilidad de la tienda. Y además no se debe olvidar que a los 1.800 millones de euros anuales en que Aecoc estima la pérdida desconocida en España, se pueden sumar otros costes inesperados para el comercio como los de robo nocturno o asalto diurno, sin duda, de efectos más devastadores sobre la economía del negocio. Y es aquí donde los consejos para proteger una tienda frente al hurto cobran su valor.

Soluciones adecuadas al riesgo

Reconocer esta problemática no puede inducir al comerciante al error de intentar matar moscas a cañonazos, las medidas a adoptar siempre deben ser coherentes con el posible daño a prevenir. Por ello, para empezar a trabajar en seguridad, lo primero es hacer un buen análisis de riesgo, teniendo en cuenta que el objetivo para el pequeño comercio es velar por la seguridad de sus empleados y clientes, y en segundo lugar por la mercancía.

Cómo evaluar el nivel de riesgo del comercio

No requiere las mismas medidas de seguridad un comercio de alimentación que una joyería, o una tienda de moda en la calle más comercial de la ciudad que una ferretería de barrio. Cada comercio debe hacer su propio análisis de riesgo, para lo que conviene seguir tres pasos.

Fase 1. Búsqueda de información. Conviene empezar dando respuesta a dos preguntas: ¿qué media de robos en tienda se producen en la zona donde se ubica mi tienda?,  ¿qué tipo de conductas delictivas se asocian más a mi negocio? La Dirección General de Policía cuenta con un programa de ayuda que se denomina Plan de comercio seguro, donde encontrar respuestas, al igual que en las asociaciones locales de comerciantes. Otra fuente de información que la empresa no debe despreciar es la interna, recabando información de todos los departamentos e implicándoles en esta problemática.

Fase 2. Análisis de riesgo. Llega el momento de analizar esa información introduciendo elementos como el tipo de cliente al que el negocio se dirige, y su ubicación con respecto al núcleo urbano (si está en una zona más aislada o no). En esta fase lo vital es identificar las debilidades del negocio en materia de seguridad y poner en valor sus fortalezas (contar con la protección de un centro comercial). Las pesquisas nos habrán enseñado, por ejemplo, que a una peletería le debe preocupar proteger su escaparate; a una tienda de moda, sus prendas; y a una farmacia ubicada en una zona de poco paso, a su personal.

Fase 3. Elección de soluciones. Con los deberes hechos, llega el momento de ponerse en contacto con los proveedores de servicios y soluciones especializadas en seguridad para el comercio. Teniendo en cuenta que son profesionales expertos, es muy importante contar con su opinión para elegir las medidas más adecuadas.

Soluciones para defenderse contra el robo y hurto

El siguiente paso en este recorrido por los consejos para proteger una tienda frente al hurto es analizar el nivel de riesgo del negocio, y asumido que es imposible reducirlo a cero, tomar las medidas más adecuadas. Las soluciones más comunes ofrecidas por el mercado son:

Para la protección del local

  • Generadores de niebla o humo. Son la última novedad del mercado de seguridad, actúan de forma inmediata y proactiva impidiendo que el robo se produzca. Este objetivo lo logran al liberar en segundos una capa de humo que impide ver nada en el interior, que se activa al detectar un movimiento no previsto en la tienda. El único recurso del caco es escapar antes de que llegue la policía.
  • Sistemas de alarma. Quizá la solución más extendida entre el pequeño comerciante. La recomendación básica es que esté conectada a una central de alarmas, la encarga de enviar al personal de seguridad o la policía, de hecho las alarmas que solo liberan una señal acústica y lumínica no son tan disuasorias ya que en escasos minutos los ladrones han podido actuar. También es importante que detecte al ladrón antes de que entre en el inmueble, para lo que se recomiendan sistemas con sellado de contacto magnético en puertas y ventanas, y sísmicos, los que se activan frente a cualquier tipo de impacto.
  • Cámaras de grabación. Siempre que permitan la interacción con la central de alarmas son también muy disuasorias durante el día, ya que los empleados pueden activar discretamente el sistema frente a un ataque, alertando a los servicios de seguridad que tienen una visión en tiempo real de lo que está sucediendo.

Para la protección de la mercancía

Los arcos de seguridad o las antenas EAS de protección, que se ubican en el acceso del establecimiento activándose cuando detectan la salida de un producto no autorizado, son las soluciones más básicas y efectivas para protegerse frente al hurto. En la actualidad la funcionalidad de estos sistemas electrónicos han sido superados por los de tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) que da un tratamiento único a cada producto, lo que además de para la seguridad es muy útil para el control de stock de tienda.

Se utilizan junto a sistemas individualizados de protección de producto. La oferta del mercado es muy variada, pero el comerciante siempre debe buscar dispositivos acordes al tipo de producto que vende y coherentes con su coste. Además hay que tener en cuenta que la elección no se entrometa en la venta, es evidente que es mucho más complicado robar un producto encerrado en una vitrina de cristal que expuesto sobre un mostrador, pero esa protección limita y mucho– su venta. Como tercera recomendación, el comerciante debe tener en cuenta que no todos los tipos de productos atraen del mismo modo al amante de lo ajeno, por lo que debe buscar diferentes soluciones.

Este tipo de sistemas va desde etiquetas adhesivas para productos empaquetados o libros por ejemplo, a collarines para botellas, o cajas de seguridad para objetos de más valor. Los clavos antihurto son la solución más habitual en el textil, y las conocidas como arañas para proteger las cajas de productos electrónicos de pequeño tamaño (ya que no permiten extraer el producto del interior del embalaje).

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