¿Quieres conocer la vivienda más cara del mundo? Pues mira al cielo

Equipo de Redaccion

Tiene unas dimensiones aproximadas de 110 m x 100 m x 30 m, más o menos como un campo de fútbol; pesa unas 420 toneladas; tiene capacidad de alojar a seis personas, y 15 países (entre ellos España) se han gastado alrededor de 90.000 millones de euros en construirla. Bienvenidos a la Estación Espacial Internacional (EEI), la vivienda más cara del universo, por la que ya han pasado más de 200 astronautas.

Esta asombrosa estructura en realidad es un colosal mecano que se ha ido ensamblando desde que en 1998 se pusiera en órbita el primero y principal de sus módulos, el Zaryá. Diferentes cohetes y transbordadores espaciales han enviado otros módulos para ampliarla, mejorando su habitabilidad y la capacidad de llevar a cabo investigaciones científicas.

Actualmente cuenta con una superficie habitable de casi 1.000 m3. Se mide el volumen, y no los metros cuadrados, porque la falta de gravedad hace que todo el espacio sea útil. Ese dato trasladado a la Tierra equivaldría a una casa de cinco dormitorios amplios, con dos baños y un gimnasio.

Todos los habitáculos cuentan con anclajes para que los astronautas puedan fijar su posición. Por ejemplo, unas cintas los mantienen sujetos a sus camas. Los cuartos de baño disponen también de candados para los pies y unos soportes para los muslos.

No es la única particularidad de los baños. En los inodoros, un ventilador desplaza los residuos hacia una tobera de succión, de tal manera que el flujo de aire limpia el sanitario. Ese aire no puede salir al exterior, por lo que debe pasar por unos filtros que eliminan las bacterias y los olores antes de regresar a las instalaciones.

Cocina completa e increíbles vistas

La cocina es reducida e igual de peculiar. Los alimentos están deshidratados o liofilizados para que sean comestibles al menos durante un año (la estancia mínima en la EEI es de seis meses) y se conservan en despensas térmicas. Para prepararlos, se dispone de un aparato que rehidrata los alimentos y de un horno para calentarlos.

Existen otros módulos no habitables que sirven de equipamiento para la supervivencia, como los paneles solares con que se abastece de energía la estación, capaces de generar una potencia de 84 KW. Una vivienda grande en la Tierra no necesitaría más de 15 KW.

Pero lo más espectacular de esta fabulosa casa del cielo son las vistas. A 400 kilómetros sobre nuestras cabezas, orbitando a una velocidad de unos 27.000 km/h, sus ocupantes pueden disfrutar de una vuelta al mundo cada hora y media contemplando toda la geografía del planeta.

Ellos nos ven a nosotros, pero también nosotros podemos ver la estación si miramos al lugar adecuado por la noche. No aparece durante mucho tiempo, apenas unos minutos, pero se distingue fácilmente porque es un objeto brillante, mucho más que las estrellas debido al reflejo de la luz solar en sus paneles fotovoltaicos y se mueve con una rapidez similar a la de una avión en vuelo.

Bastan unos simples prismáticos para adivinar la estructura de la estación. Si quieres saber exactamente por donde aparecerá en el horizonte, puedes averiguarlo aquí.

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