El Puente de la Pepa: el nuevo coloso de Cádiz

Equipo de Redaccion

Se han empleado 69.310 toneladas de acero, nueve veces y media más que el necesario para levantar la Torre Eiffel. Con todo el hormigón utilizado (102.616 metros cúbicos)se podrían haber construido cinco monumentos iguales al Cristo de Corcovado, en Río de Janeiro. Y sus dos torres, 187 metros la del mar y 181 la de tierra, cuadruplican la altura de la estatua de la Libertad.

Estas referencias dan una idea del coloso que desde el pasado 24 de septiembre permite atravesar la bahía de Cádiz para conectar Puerto Real con la ciudad. El nuevo puente, llamado de la Constitución o de la Pepa en homenaje a la Constitución de 1812, es una obra excepcional por su complejidad y sus dimensiones, casi todas de récord.

Su longitud total es de 3,15 kilómetros, con una anchura máxima de casi 37 metros, y la parte más alta de la vía alcanza los 69 metros sobre el mar. En principio estaba previsto que solo llegara a los 55, pero hubo que aumentar el galibo a petición de la Autoridad Portuaria para facilitar la navegación de los buques más grandes.

Aún así, se ha previsto el acceso de embarcaciones o artefactos especiales (como aerogeneradores) que exijan una altura todavía mayor, diseñando un tramo desmontable de 35 metros de longitud que se levanta por medio de grúas hasta los 140 metros.

Las obras comenzaron en 2007, con un presupuesto previsto de 273 millones de euros, y se estimó que acabarían en 2012. Sin embargo, las dificultades técnicas y la crisis económica dilataron los cálculos. Finalmente han sido 8 años y 510 millones de euros que han generando más de 500 empleos directos.

La espera y la inversión han merecido la pena. Por fin Cádiz tiene un tercer acceso desde el continente que descongestiona el cuello de botella del Puente de Carranza y de la carretera CA-33, tanto para los conductores como para los usuarios de transporte público.

La conexión con la ciudad también se facilita a través de una gran rotonda que sale directamente del puente y que distribuye los vehículos por la ciudad, bien hacia el Casco Histórico por la Avenida de las Cortes, bien hacia Extramuros. Además de organizar los flujos de tráfico, esta rotonda se convierte en un zona de esparcimiento y descanso que incluye parque infantil, zona de gimnasia y paseo y amplios jardines.

El Puente de la Pepa cuenta con dos carriles de autovía por sentido (protegidos de los fuertes vientos con pantallas laterales de tres metros de altura) además de dos vías férreas para el tranvía. Eso le convierte en el puente atirantado con ferrocarril (176 tirantes de acero sujetan la estructura) de mayor luz del mundo (espacio bajo el tablero).

Esta espectacular demostración de ingeniería debe lucir como merece también por la noche, por eso se han colocado faros en la cúspide de cada torre para iluminar la bahía, a la vez que varios proyectores alumbran los pilares y los tirantes.

Por último, la tecnología y la sostenibilidad también tienen cabida en este proyecto. Y es que se prevé construir una pantalla LED que proporcione información sobre el tráfico de la ciudad para todos aquellos que accedan a ella a través del puente. Y, para los que opten por un modo de transporte más ecológico, como es la bicicleta, podrán disfrutar del aire libre gracias a la construcción de un carril específico con rasante en la zona de la rotonda, con una pavimentación diferenciada de las zonas del peatón.

Etiquetas