Ser responsable con el medio ambiente es algo que está cada vez más presente en la vida de las personas. Separar los envases, optar por el transporte sostenible en lugar de usar el coche o reutilizar objetos olvidados son algunas de las prácticas más habituales y extendidas entre los ciudadanos. Pero no son las únicas, también se pueden observar nuevas maneras de disfrutar del ocio. Es el caso del ecoturismo: una corriente que aboga por una forma de viajar responsable con el planeta.
El ecoturismo no tiene edad
Disfrutar de actividades turísticas diferentes a las tradicionales, donde la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente tienen mucho peso. Eso es el ecoturismo y sus adeptos tienen una gran sensibilidad por todo aquello que impacta directamente al medio ambiente, sin importar la edad. Estos viajeros se suelen integrar perfectamente en el lugar de vacaciones, disfrutando de todo lo que la naturaleza les ofrece: fauna, flora, paisaje, arquitectura y también las personas; y en ningún caso ocasionan ningún tipo de daño o perjuicio para el entorno natural.
Pero además, hay un punto que va más allá, pues muchos de estos establecimientos incorporan en sus estructuras, fachadas o mobiliario, elementos hechos con material reciclado, convirtiéndose así en un gran atractivo para muchos de estos turistas, amantes de lo natural.
Alojamientos de lujo
Este tipo de turismo está extendiéndose por muchos lugares hasta el punto de que algunos establecimientos de lujo están viendo en él una oportunidad para atraer y captar a más viajeros con un alto poder adquisitivo. En Estados Unidos, este tipo de estancias está creciendo de forma exponencial y de hecho, ya hay hoteles que han sido construidos a partir de elementos olvidados o de piezas que ya no tenían vida. Además de curiosos y sostenibles, se han convertido en alojamientos de lujo. Estos son algunos de ellos:
Flophouze Hotel, Texas (EEUU)
Nada más llegar a este alojamiento, llaman la atención sus enormes ventanales que fueron rescatados de un colegio de Filadelfia justo antes de ser derribado, al igual que su curiosa fachada que no es otra que un gran contenedor de carga que ha recorrido medio mundo en barco. Lo más increíble es que este alojamiento, formado por seis flouphouze, está perfectamente integrado en el entorno y equipado con todo tipo de detalles, todos antiguos accesorios o hallazgos que su dueño fue encontrando por el mundo. Como curiosidad, sus propietarios también ofrecen la opción de comprar uno de estos contenedores e instalarlo en un lugar privado.
Rimba Jimbaran Hotel, Bali (Indonesia)
Situado a tan solo 10 kilómetros del aeropuerto de Bali, se encuentra este magnífico hotel con unas increíbles vistas del océano y jardines tropicales. Cuenta con espaciosas y lujosas suites, cuyas paredes y habitaciones están diseñadas con acero reciclado de barcos pesqueros de la zona. Cuenta con un impresionante bar restaurante cuya madera también procede de barcos y los muebles están hechos a base de botellas reutilizadas de cristal. Un precioso lugar donde pasar unas vacaciones inolvidables.
Sherwood Hotel, Queesntown (Nueva Zelanda)
Estar en contacto directo con la naturaleza es posible en este alojamiento, situado cerca del bello Lago de Wakatipu, a unos 3 kilómetros de distancia de Queenstown. El hotel fue levantado a partir de un edificio en ruinas que fue restaurado completamente y en el que se pueden apreciar materiales reciclados y curiosos como parte del mobiliario. Por ejemplo, neumáticos viejos o redes de pesca están repartidos a lo largo de sus pasillos. En hotel es un claro ejemplo de ecoturismo, pues también ofrece a sus huéspedes servicios de meditación, yoga y pilates. Una forma clara de conectar con la naturaleza desde la espiritualidad.
Hoshinoya Karuizawa – Prefectura de Nagano, Japón
En este increíble complejo, ubicado en un entorno natural sin precedentes, en la base de un volcán, crecen los árboles centenarios que dan cobijo a las 77 villas. Este establecimiento aprovecha los recursos naturales de forma magistral, como el agua del río para producir electricidad, cubriendo hasta el 70% del gasto energético del complejo. Una de sus maravillas es el spa japonés, un centro de relajación a base de baños termales y una amplia carta de tratamientos.
Quadrum Ski&Yoga Resort, Georgia
Los amantes del esquí también están de suerte, ya que este complejo está situado en un enclave privilegiado, en el corazón de Gudauri, Georgia. La estructura de este hotel, con alma ecológica, está formada por una sucesión de contenedores marítimos que llaman la atención descansando sobre la ladera. Su efecto es como de cascada y su interior está totalmente equipado. Sus habitaciones cuentan con grandes terrazas con impresionantes vistas a las montañas del Cáucaso. El establecimiento cuenta también con actividades de meditación, como yoga y también un centro dedicado al fitness.
Foto: Flophouze