Las claves del ‘open concept’

Equipo de Redaccion

Espacios flexibles, mucha más luz y libertad de movimiento son las principales ventajas que aporta el open concept, un estilo decorativo que tiene su origen en los lofts neoyorquinos. En contrapartida, parece que la pérdida de privacidad es la principal desventaja. Por eso, no todas las personas están preparados para incorporar esta tendencia creativa en su hogar. ¿Quieres saber en qué consiste el open concept con más detalle?

Nueva York: origen y cuna de los lofts

El open concept es un estilo decorativo que tiene su origen en los lofts industriales, propios de la zona del Soho y Tribeca de Nueva York. Se trata de un tipo de vivienda muy particular: de estilo urbano y muy auténtico, donde priman los espacios diáfanos, techos altos y grandes ventanales.

El elevado precio de los pisos y alquileres en Nueva York durante la década de los 50 era tal que algunos neoyorquinos tuvieron la genial idea de adquirir locales o naves industriales y convertirlas en viviendas. Al principio, parecía que era cosa de estudiantes y artistas que vivían de forma bohemia, pero poco a poco esta práctica se fue extendiendo y muchos encontraron en los lofts el hogar soñado. Hoy en día, quien elige vivir en un piso tipo loft esconde detrás una filosofía y forma de vida muy particular que viene marcada por los espacios abiertos y conectados entre sí.

Open concept, una nueva manera de vivir

Las fábricas o naves industriales que fueron convertidas en lofts fueron evolucionando hasta el día de hoy, con el fin de trasladar la misma filosofía de espacios abiertos y conectados en cualquier tipo de vivienda. Es decir, cualquier piso -por convencional que parezca- puede dar un giro de 360º y convertise en un espacio contemporáneo y flexible, donde todo fluye.

Estas son las claves para entender los pros y contras del open concept:

  • Espacios conectados gracias a la eliminación de los tabiques y de los muros que separan los dormitorios. Aquí, la máxima es obtener espacios que “se hablen”.
  • Disfrutar de la luz natural: una de las ventajas de este tipo de distribución y que es consecuencia del punto anterior, es que al abrir los espacios y eliminar muros, las casas ganan luz natural..
  • Sensación de amplitud: al eliminar barreras, visualmente los espacios parecerán más grandes y podrás conectarlos sin problemas a través de elementos decorativos, como alfombras, lámparas, paneles o puntos de luz indirecta.
  • Se pierde privacidad: ya no existen los espacios estancos como tal ni la distribución convencional de 3 dormitorios y dos cuartos de baño, por ejemplo. Pero tampoco hay que asustarse ya que hay maneras de mantener los límites y cierta dosis de privacidad para quienes viven en estos apartamentos: las puertas correderas, las cortinas o los cerramientos de cristal son algunas de las maneras de conseguirlo.
  • Olores que se propagan por toda la casa: esta es una de las cuestiones que más preocupan a quienes se plantean este tipo de distribución, pero la clave aquí está en apostar por un sistema de ventilación y extracción de humos y olores muy potente. Los ruidos de los electrodomésticos es otro tema a tener en cuenta, pero a la hora de elegirlos, apuesta por aquella gama silenciosa que todas las marcas tienen.

Cómo conseguir un hogar open concept

Antes de lanzarnos a esta nueva tendencia, conviene estar asesorado por un profesional que nos ayude a conocer a fondo cómo es la vivienda y analizar en profundidad su funcionalidad y habitabilidad. Es importante saber de antemano qué muros se pueden derribar y cuáles no, analizar las oportunidades de ganar luz que nos ofrecen las ventanas y comprobar la situación de las bajantes de los baños, por ejemplo.

Para conseguir un piso que responda a este tipo de distribución, podríamos empezar por conectar estas zonas:

  • Cocina, comedor y salón: tres ambientes unidos, una solución muy recomendable para pisos de pocos metros cuadrados. Hoy en día, las cocinas han evolucionado y ya no son solamente un lugar donde se prepara la comida. Son el epicentro de la casa, lugar de encuentro, de conversación, de reunión y de juego con los niños. Unir estos espacios es una solución inteligente para fomentar la comunicación entre los miembros de la familia, ya que las conversaciones e interacciones surgen de forma más natural, consiguiendo así un hogar más sociable.
  • Dormitorio y baño en suite: aunque a priori pueda parecer descabellado unir estos dos ambientes por la falta de privacidad que podrías llegar a tener, ten en cuenta que siempre existe la opción de instalar un elemento separador como un tabique a media altura o unas puertas de cristal.
  • Dormitorios de los niños conectados: si tienes dos o más hijos con edades diferentes, quizá te hayas planteado que para algunos momentos que compartan habitación es genial pero para otros, es mejor que estén separados. Con los paneles móviles tienes la ventaja de poder conectar y separar dos espacios cuando quieras.

Así es la filosofía del open concept: espacios flexibles que se adaptan fácilmente a las necesidades de cada momento y cada familia.

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