El 90% de nuestra vida la pasamos dentro de edificios. Si nos preocupamos por el aire que respiramos en las ciudades, los alimentos que comemos, la seguridad de nuestro vehículo… ¿Acaso no deberías ser igual de importante cuidar el ambiente de nuestra casa o de nuestro lugar de trabajo para que sea saludable?

Esa es la idea que desarrolla el Wellness Real Estate, un concepto inmobiliario cuyo propósito es que los edificios cuiden de nuestro bienestar. Las actuales normas de construcción ya se ocupan de eliminar materiales con efectos nocivos, como el amianto o el plomo. Pero se trata de ir más allá, y diseñar estructuras, cubiertas y dispositivos con los que podamos conseguir un entorno seguro.

Para lograrlo, se ha establecido el protocolo Wellness Building Standard, con 540 variables que deben aplicarse para considerar que una vivienda es saludable. Estos requisitos están agrupados en siete campos de actuación: aire, agua, luz, nutrición, fitness, confort y mente.

Privalore es la promotora inmobiliaria que está introduciendo el Wellness Real Estate en España, a través de proyectos financiados con crowdfunding. Su CEO, Jorge Marqués, aporta algunos ejemplos de cómo son esas casas:

• Se usan materiales (pinturas, recubrimientos, adhesivos, sellados, maderas, laminados y aislantes) que no emiten componentes nocivos y que además eliminan bacterias y olores.
• Los acabados permiten que el nivel medio de ruido interior de la vivienda no excedan los 40 decibelios.
• Se incorporan sistemas de ventilación con filtros de alta eficiencia para eliminar gases contaminantes y elementos nocivos para alérgicos y enfermos pulmonares.
• Tienen filtros de carbono activo que sirven para depurar el agua.
• Sus apantallamientos impiden las radiaciones eléctricas y electromagnéticas externas.
• Las encimeras de la cocina contienen sustancias antimicrobianas.
• Se instalan sistemas de iluminación circadiana que se autorregulan según la luz exterior, respetando de este modo nuestro ritmo biológico y facilitando el descanso.
• El diseño interior debe incorporar elementos estéticos placenteros que faciliten la relajación y mejoren el estado de ánimo.

Ya hay una vivienda saludable en nuestro país que cumple con ese standard y está ubicada en el Paseo de San Juan 91, en el Eixample de Barcelona. La reforma integral del piso ha tenido un presupuesto de 100.000 euros, aunque Marqués asegura que incluir un paquete básico con estas medidas solo incrementa cualquier obra de rehabilitación en un 2,5%.

En cualquier caso, es una inversión importante que puede amortizarse en salud… y también en dinero. Un estudio de Dodge Data & Analytics, compañía de análisis del mercado inmobiliario, concluye que un 39% de los jóvenes entre 20 y 39 años pagarían un 3% más por una vivienda wellness. Un 47% de la población de entre 40 y 49 años estaría dispuesta a invertir hasta un 6% más, y el 70% de las personas entre 60 y 69 años incrementaría su presupuesto hasta un 10%.

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