El Burj Khalifa, el Dubai Mall, el Ferrari World, el puerto Palma Jumeirah, la Isla de Yas, el Louvre de Abu Dabi… Los abundantísimos petrodólares siguen financiando asombrosas infraestructuras para hacer de los Emiratos Árabes Unidos el sueño de cualquier arquitecto vanguardista.
A principios de 2018 comenzó la construcción de otro proyecto a la altura de sus predecesores: The Floating Venice (La Venecia Flotante) en Dubai. Se trata de un complejo sobre y bajo el mar que acogerá las más lujosas comodidades de un resort reproduciendo el entorno de la ciudad italiana, según ha explicado Kleindienst Group, desarrollador del proyecto.
Estará ubicada en The World, un archipiélago artificial creado a cuatro kilómetros de la costa, ya en sí mismo otra demostración de los avances técnicos de la ingeniería. Tendrá capacidad para unas 3.000 personas, repartidas en cuatro grandes cubiertas, una de ellas submarina.
El hotel será el centro neurálgico de esta pequeña ciudad flotante. De sus 414 habitaciones, 180 estarán bajo el agua y sus paredes serán de cristal para observar la barrera de coral que se extiende frente a la costa.
Los afortunados que se alojen en él podrán llegar en barco privado hasta su puerto, o bien utilizar sus instalaciones aéreas, habilitadas para helicópteros e hidroaviones. Los clientes serán trasladados hasta una reproducción de la Plaza de San Marcos, donde se situará el vestíbulo submarino del hotel.
Desde allí, se desplazarán a sus habitaciones en góndolas importadas de Italia, un romántico recorrido a lo largo de canales flanqueados por imaginarios palacios renacentistas.
La oferta de ocio va mucho más allá del decorado. Los huéspedes tendrán a su disposición 24 piscinas, algunas con el fondo transparente para observar los arrecifes. Si prefieren disfrutar del mar, contarán con 12 playas flotantes de arena blanca. Y para relajarse, el primer spa subacuático del mundo.
La propuesta se completa con una amplia zona comercial (espacios cuyo alquiler solo se lo podrán permitir las firmas más exclusivas) y 12 bares y restaurantes gourmet, tres de ellos también bajo la superficie marina.
Los promotores quieren que sus clientes experimenten una completa inmersión en la cultura veneciana, por eso además celebrarán sus festejos tradicionales, como los Carnavales, la Biennale di Venezia o la Festa del Redentore.
El presupuesto inicial para esta espectacular obra de arquitectura e ingeniería es de 600 millones de euros y se prevé que esté finalizada en 2020.