Impresoras 3D que construyen casas por muy poco dinero

Equipo de Redaccion

Platos suculentos, coches y, ahora también casas. La tecnología está tan presente en nuestra vida que ya es posible fabricar una vivienda con impresoras 3D en muy poco tiempo y, por menos de lo que cuesta un iPhone. Una manera responsable de utilizar la arquitectura y hacerla accesible para los colectivos más desfavorecidos.

Impresoras 3D que cambian la vida de las personas

Gracias a la tecnología y a los profesionales que buscan darle otro sentido a la arquitectura, hoy en día construir una vivienda es más sencillo que hace unos años. De hecho, si se tiene una parcela en propiedad, se puede encargar el proyecto a un estudio especializado e incluso obtener un diseño bastante personalizado.

En Valencia, un grupo de jóvenes emprendedores llamados Be More 3D ya levantaron una casa de 24 m2 gracias a una impresora de hormigón, y tan solo necesitaron 15 horas. Su siguiente objetivo es poner al servicio de las personas más necesitadas este tipo de casas, por ejemplo para aquellos que lo han perdido todo tras una guerra o una catástrofe natural. Según confirma su CEO, Vicente Ramírez: “La máquina puede construir un refugio para 20 ó 25 personas en cinco horas”.

Una casa que cuesta menos de 1.000 euros

No cabe duda de que el factor tiempo es clave a la hora de decidirse por este tipo de construcción pero, ¿y el precio? Esta es la segunda ventaja de las viviendas hechas con una impresora 3D. Ahora, una empresa italiana llamada WASP asegura combatir la arquitectura tradicional y levantar una estructura de 30 m2y de hormigón por menos de 1.000 euros.

Su proyecto se conoce como Gaia y está hecho en colaboración con RiceHouse (una start up italiana que utiliza la producción de arroz en el campo de la construcción). Ambos han trabajado para levantar la primera casa “natural” del mundo impresa completamente en 3D y su proyecto ha funcionado. Los materiales que han empleado son locales y totalmente naturales. Para poder hacer la vivienda, han combinado un 25% de la arcilla del propio suelo donde después asientan la vivienda con un 40% de paja de arroz picada, un 25% de cáscara de arroz y un 10% de cal hidráulica. Todos estos ingredientes son prensados y mezclados bien  antes de comenzar con el proceso de impresión. Y lo mejor de todo es que son resistentes a la humedad y a la lluvia.

El resultado: viviendas dignas eco-sostenibles, con revestimientos aislantes y con cubiertas de madera, permitiendo regular la temperatura interior de forma natural gracias a los materiales escogidos. De hecho, la casa está orientada al suroeste, lo que significa que se aprovecha la energía solar para absorber el calor y para dotar de luz natural su interior. Esto hace que la residencia sea muy eficiente desde el punto de vista energético, sumado a que el proyecto apenas tiene impacto medioambiental.

Interior y exterior de Gaia

La experiencia que ofrece Gaia es inigualable, es una oportunidad para enseñar el potencial que tiene la impresión 3D combinada con los recursos que brinda la naturaleza. Sin duda, “ofrece soluciones de diseño infinitas, esenciales, en una nueva visión de cómo serán los alojamientos del futuro”, declaraba en una entrevista Alberto Chiusoli, del equipo de WASP.

Su exterior está formado por un módulo central, pero la estructura permite ampliar la superficie añadiendo nuevos módulos de forma infinita, así que se puede hacer tan grande como se quiera. En su interior, se han instalado sistemas de ventilación y aislamiento a través de un trabajo realizado por ordenador, lo que permite reducir los costes de producción.

La idea de su fundador, Massimo Moretti es “hacer un prototipo de casa autosuficiente para crear ciudades autosuficientes, tratando de hacer que la Tierra sea un paraíso”. Por eso, el equipo de Moretti sueña con seguir reproduciendo el modelo de Gaia en escenarios similares e incluso exportarlo a otras zonas rurales ricas en producción de arroz, para dar la oportunidad a otras personas de tener un hogar por el mismo precio que cuesta un iPhone.

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