¿Cómo identificar una nómina falsa al realizar un contrato de alquiler?

Equipo de Redaccion

Según los datos de la Agencia Negociadora del Alquiler, compañía que se ocupa de la gestión de arrendamientos de inmuebles, en torno al 10% de los inquilinos interesados en una vivienda presenta nóminas falsas para engañar a los propietarios sobre su situación financiera o laboral y, de esa forma, acreditar una solvencia que en realidad no tienen.

Las nóminas son las que con más frecuencia se falsifican para aumentar los verdaderos ingresos o para simular la vinculación con una empresa. Basta un simple programa informático de tratamiento de imagen para copiar y manipular el documento. Incluso se advierte desde el sector que algunas inmobiliarias piratas ofrecen a sus clientes esa posibilidad e incluso les ayudan a llevar a cabo el engaño.

No es fácil descubrir estos engaños a simple vista, por lo tanto los propietarios deberían tomar una serie de precauciones para certificar que los datos son reales. Estos son los pasos que se deberían seguir.

Nóminas falsas: ¿El inquilino trabaja donde dice?

Se debe comprobar que el posible arrendatario tiene un vínculo laboral vigente con esa empresa. No basta con hablar con un supuesto compañero o jefe que corrobore esa vinculación. Tampoco hay que conformarse con un contrato de trabajo aportado por el inquilino, ya que puede haber sido también manipulado.

Para comprobar si está utilizando nóminas falsas, es conveniente contactar con el departamento de recursos humanos o con el jefe de personal de la empresa. Este verificará que es un trabajador contratado en ese momento. Incluso se le puede solicitar un documento que lo certifique.

¿Son reales los ingresos?

Como hemos visto, el inquilino sí puede estar contratado por la empresa y, sin embargo, cabe la posibilidad de que el salario haya sido falseado. En ese caso, la comprobación no se puede realizar con la propia empresa directamente, ya que no les está permitido facilitar datos personales sin el consentimiento del interesado.

Hay dos posibilidades para averiguarlo:

  1. Que el futuro inquilino de a su empresa el consentimiento para facilitar la información de su salario o bien una copia certificada de su contrato donde figure la cantidad que recibe.
  2. Solicitar la última declaración de renta del arrendatario para testar que los ingresos mensuales que figuran en la nómina son la parte proporcional de los ingresos anuales.

¿Se pueden hacer otras comprobaciones?

Cuanta más información obtengamos acerca de dichas nóminas falsas, mejor. Por eso también es aconsejable consultar si el inquilino figura en un registro de impagos, como el de Asnef, lo que haría saltar las alarmas a pesar de que la documentación presentada pareciera correcta. 

¿Cuál es la mejor garantía para el propietario?

El dinero por adelantado. Es decir, el mes de fianza y los dos meses adicionales que la Ley de Arrendamientos Urbanos permite pedir a los inquilinos. O bien, la firma de un avalista solvente que asegure el pago.

Una última advertencia para quienes piensan que este tipo de engaños no son graves: la falsificación de un documento es un delito que se castiga con penas de cárcel.

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