Adiós al estrés
«Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones», afirmaba Sócrates en el siglo IV antes de Cristo. Pero hoy la mayoría hacen oídos sordos a la enseñanza del sabio ateniense. Para poder disfrutar de las vacaciones antes se pasa por el estrés de elegir adónde ir, de tener todo listo para la hora de partida, el de las colas en el aeropuerto, en la carretera o frente al museo, cuando no nos toca hacer una carrera para poder hincar la sombrilla en primera línea de playa. Un periplo vacacional en el que a menudo se olvida uno de lo más importante: de disfrutar.
Y disfrutar de los placeres más sencillos es lo que hacen otros millones de españoles que apuestan por convertir su casa en el mejor de los destinos vacacionales. En este momento no importa si han decido desoír los cantos de sirena de la publicidad o son otras las razones, en cualquier caso -por devoción u obligación- es posible que hayan tomado la mejor de las soluciones, porque al fin y al cabo la tranquilidad es la mejor de las recompensas a un largo año de trabajo.
Bienvenida a la diversión
Las vacaciones equilibran nuestro estado de ánimo al devolvernos el control de nuestro tiempo tras meses de intenso trabajo, y nunca somos tan dueños de las horas como cuando estamos en el hogar.
Qué mejor vacación que disfrutar de un perezoso amanecer en nuestra propia cama. Ese brillante parpadeo de los rayos sobre nuestra persiana en anuncio del día perfecto, un día en el que podemos hacer lo que nos plazca. Dar media vuelta y dejarse abrazar por Morfeo unos minutos más es una de las posibilidades, también lo es caer en la ensoñación que provoca la escucha de nuestro músico favorito o entregarse a la lectura de ese libro cuyo final tanto nos intriga.
Como el de ese interminable desayuno que con tanto esmero hemos preparado a nuestra pareja. Un momento en el que apenas hay palabras, en el que extiendes con parsimonia la mantequilla sobre la tostada mientras jugueteas con los pies desnudos buscando el frescor de la baldosa de la cocina: ¿cuánto tiempo hace que no te recreas con la sonrisa de la persona a la que más amas? Las vacaciones son el momento de recuperar sensaciones.
El hogar, el escenario perfecto
Ningún escenario como el del hogar para disfrutar de esas vacaciones perfectas. Quizá sea más fácil vivirlo que imaginarlo. Una legión de nuevos rebeldes defiende un nuevo modelo de vida, un modelo más reposado que permita reequilibrar la escala de valores en una sociedad desorientada. Un movimiento que reivindica un nuevo valor para el hogar, un hogar pensado más para vivir que para enseñar. Es incomprensible que tras el esfuerzo que asumimos para tener una casa propia nos empleemos tan poco en disfrutarla.
Por eso te proponemos vivir estas vacaciones en tu casa. Un tiempo para pasar horas de cocina en busca de nuevos sabores, para tumbarse sobre el parqué del salón y devorar la última temporada de tu serie favorita de un tirón. De organizar una cena sorpresa a los vecinos, de llenar la terraza de amigos, de ordenar alfabéticamente la biblioteca para luego volverlo a hacer por temática, de restaurar la lámpara de la abuela, de sentarse frente a la ventana y ver como se oculta el sol mientras sorbes el té a la menta muy despacito: tienes todo el tiempo del mundo.
¿Se te ocurre un plan mejor para este verano?