Comprar casa es una decisión importante. Hay que analizar y reflexionar mucho para saber si podremos afrontar la inversión, por eso conviene tener en cuenta los estudios que se publican sobre ello.

Uno de los últimos ha sido elaborado por el Banco de España, con los datos recogidos por la empresa de big data inmobiliario Urban Data Analytics (UDA): los españoles destinamos una media de 6,3 años de nuestro sueldo bruto a la adquisición de una vivienda.

¿Eso es mucho o poco? Diversas instituciones económicas europeas y de Estados Unidos fijan en cuatro años de sueldo la cantidad razonable para asumir el coste. De modo que una familia que tuviera unos ingresos anuales de 40.000 euros debería descartar las casas de un precio superior a los 160.000 euros.

Como se ve, nuestra cifra supera holgadamente lo aconsejable. Pero el de UDA no es el único estudio publicado recientemente que subraya el gran esfuerzo que empleamos para convertirnos en propietarios de una vivienda.

El Índice de Esfuerzo Inmobiliario de la Sociedad de Tasación correspondiente al tercer trimestre de 2016 calcula en 7,5 años de sueldo bruto lo que los españoles invertimos en una casa. Y llegaría a los 9,4 años en Madrid. La otras comunidades con cifras más altas de la media son Galicia, Baleares, Cantabria, Cataluña y el País Vasco.

Buscar con paciencia siendo realistas

Según los expertos inmobiliarios, no se trata de que los precios sean excesivos. Al contrario, el mercado inmobiliario se ha reajustado de manera que ahora la oferta es muy amplia y los costes están contenidos, aunque los precios mantienen una tendencia al alza que la Sociedad de Tasación estima en un 2,3% en el primer semestre de 2016 en relación al mismo periodo de 2015. Además, la venta de viviendas crece en España y, según las previsiones del servicio de estudios de BBVA, durante 2017 se mantendrá el incremento de ventas en torno al 6,5%.

De modo que el mercado ofrece dinamismo y viviendas muy competitivas que no requieren un esfuerzo salarial excesivo al comprador. Se trata de buscar con paciencia y hacer cálculos realistas en relación a la economía doméstica actual y a la capacidad para afrontar malos tiempos en el futuro.

“El tiempo que emplean las familias en pagar una vivienda es uno de los indicadores de esfuerzo más empleados dentro del mercado inmobiliario. Desde UDA aconsejamos usar este indicador antes de la adquisición de una vivienda para saber bien lo que nos conviene o no pagar por ella. De este modo, se evitarán riesgos innecesarios ante posibles situaciones de inestabilidad económica familiar”, asegura Carlos Olmos, director y fundador de UDA.

El Banco de España también sugiere que el cálculo de nuestro esfuerzo inversor se haga partiendo del coste mensual de la hipoteca que tengamos contratada: el importe no debería superar el 35% de nuestros ingresos del mes. Más allá de eso, entraremos en zona financieramente peligrosa.