Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman la buena salud del mercado inmobiliario: en abril se registraron 42.014 compraventas de viviendas, lo que supone un incremento del 29,7% respecto al mismo mes de 2017. Para mantener esta tendencia positiva es necesario analizar sus causas y buscar soluciones a las dificultades que también enfrenta el sector.

Con ese propósito, en el marco de la vigésima edición del Salón Internacional Inmobiliario de Madrid (SIMA), celebrado entre el 31 de mayo y el 3 de junio, se organizó una mesa de expertos que debatieron sobre las claves de ese crecimiento. Sus conclusiones se pueden resumir en cinco apartados.

1. La mejora de la situación económica

Más empleo, más ahorro, más confianza y más inversión. Estos son los pilares en los que reposa la recuperación económica española. El director general de Política Económica del Ministerio de Economía del Gobierno saliente, Rodrigo Madrazo, concretó la situación en una cifra: la previsión de crecimiento del PIB nacional en 2018 es del 2,7%.

Madrazo añadió que el sector inmobiliario “es uno de los que tendrá mayor recorrido en el futuro”, si bien “se ha de actuar con cautela para evitar, de nuevo, un endeudamiento que pueda perjudicar no solo al sector, sino a la economía en sí”.

2. La mayor participación de los bancos

La expansión inmobiliaria antes de la crisis permitió un gran flujo de crédito que no siempre se invirtió en proyectos rentables. Eso ha generado que algunos desarrollos urbanísticos aún hoy busquen comprador. “Los bancos son claves para que el sector siga creciendo, pero se ha de garantizar un retorno económico”, señaló el presidente de SAREB, Jaime Echegoyen, otro de los expertos que participaron en el debate.

Esto ha llevado a un escenario con un mayor control por parte de los bancos y regulado por el Banco de España. De hecho, la prudencia de estos años en la concesión de nuevos préstamos ha dado paso a un incremento paulatino en la concesión de hipotecas. “Los préstamos para la compra de suelo y de viviendas permitirán que haya un desarrollo de proyectos y obras por parte de constructores y promotores”, añadió Echegoyen.

3. El aumento de la inversión extranjera

“La estabilidad económica ha permitido que el sector sea atractivo para los inversores extranjeros, siempre y cuando no genere factores de incertidumbre que puedan ahuyentarlos”, destacó Carlos Rubí, director del área de Corporate Finance y socio de KPMG.

Pero las oportunidades de negocio también pasan por la presencia en el mercado de empresas sólidas, como aseguró el presidente de Vía Célere y de Asprima, Juan Antonio Gómez-Pintado: “Las compañías todavía han de seguir madurando para continuar este crecimiento y desarrollo. La concentración de actividad actual es un signo de maduración del sector y una señal de que se dispone de empresas y medios para seguir creciendo”.

4. El protagonismo de las Socimi

Según los expertos las Socimi, acrónimo de Sociedad Cotizada Anónima de Inversión en el Mercado Inmobiliario, deben ganar protagonismo en el mercado inmobiliario tanto por su conocimiento del sector como porque pueden orientar buena parte de la inversión extrajera.

Así lo cree Nicolás Díaz, consejero delegado de Tempore Properties: “En Alemania o Reino Unido se trabaja con inversores institucionales y fondos de inversión, a diferencia de España, donde se sigue invirtiendo directamente en inmuebles en vez de canalizar la inversión a través de las Socimi”.

5. Lograr más suelo edificable

La falta de suelo es quizá la principal preocupación del sector, en gran medida ocasionado por la concentración de la demanda en los grandes centros urbanos, lo que a su vez ha provocado el aumento de los precios.

“Actualmente el suelo finalista en España da para millón y medio de viviendas a construir en un plazo de siete u ocho años. El precio del suelo tiene que ser consecuencia del precio de la vivienda y no al revés, porque esto dificultará la construcción, financiación y posterior compra”, apuntó Pedro Soria, director comercial de la tasadora Tinsa.

Con ese propósito también parece necesaria una modificación de las medidas regulatorias y de los procesos de creación de viviendas. “Se dan casos donde se gana más con la venta del suelo que con la comercialización de las viviendas –concluyó Juan Antonio Gómez-Pintado–. Esto ha de transformarse para lograr un sector más productivo”.