Cómo es vivir en un avión

Equipo de Redaccion

¿Serías capaz de dejarlo todo por vivir una auténtica aventura lejos de todos y de todo? Muy pocos han sido capaces de dejar las comodidades de un piso en la gran ciudad por vivir en un avión. Espacio más reducido y menos confort a cambio de disfrutar de un entorno único, rodeado de naturaleza y sin vecinos. ¿Quieres saber cómo sería vivir en un Boeing 727?

Adiós a la gran ciudad

No hay datos de cuántas personas en el mundo han decidido cambiar de lugar de residencia y optar por uno tan exótico como un aeroplano. La decisión no es sencilla pero desde luego, el espíritu aventurero tiene que acompañar. Precisamente eso fue lo que animó a Bruce Campbell a que dejara atrás su vida y su trabajo como ingeniero en una importante compañía para convertir un avión abandonado en su nuevo hogar. 

En el caso de Campbell, él compró un terreno en un bosque de Oregón (Estados Unidos) y decidió instalar allí el Boeing 727 que estaban a punto de desguazar y que adquirió por 100.000 dólares. Al principio podía parecer una locura, pero su empeño y su conocimiento en Ingeniería Eléctrica le permitió adaptarlo -con algunas dificultades- a una vivienda muy modesta. Un cuarto de estar, un dormitorio, una sala de lectura y un baño muy sencillo son, desde hace unos años, su nuevo hogar.

Mucho más que una pasión

Convertir una nave de 370 metros cuadrados, aproximadamente lo que mide un avión comercial, en una casa, es complicado. El proceso de transformación no está al alcance de cualquiera. Primero, hay que encontrar una zona donde poder instalar el reactor y asegurarnos de que no incumplimos ninguna normativa.

Hecho este paso, hay que acondicionar el exterior y el interior. Retirar las piezas que estén en mal estado, revisar el sistema eléctrico y fontanería. También hay que revisar tuberías, desagües, sistemas de ventilación, realizar tareas de aislamiento y plantearnos finalmente cómo queremos distribuirlo.

A partir de ahí, tendremos que retirar los asientos y planificar la planta según nuestras necesidades: cuántos dormitorios queremos, baños, sala de estar, etc. Y teniendo en cuenta nuestro presupuesto, podremos hacer desde una vivienda modesta hasta una con todo lujo de detalles (con sala de cine, con baños con jacuzzi, habitaciones en suite, cocina con isla abierta, bar, etc).

Unas vacaciones especiales

El sector hotelero ha encontrado en este tipo de alojamiento fuera de lo común una vía para explotar el turismo. En Costa Rica se encuentra un hotel que antaño fue un Boeing 727 de uso comercial, y que hoy en día aloja la suite con las vistas más bonitas de la selva. Su privilegiado emplazamiento, en el Parque Nacional de Costa Verde, lo convierten en un reclamo para los turistas ávidos de naturaleza y aventura.

Gracias a que está situado a 50 metros de altura, sus clientes pueden gozar de las mejores panorámicas desde la terraza de la suite principal, que era el ala derecha del aeroplano. En el interior, las habitaciones cuentan con todo lujo de detalles: desde camas tamaño queen, baño privado, cocina americana y una terraza con vistas al mar. Unas vacaciones, sencillamente, diferentes.

 

Fotografía: © Caters News Agency.

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