Cómo ahorrar calefacción este invierno

Raúl Alonso

Con el invierno llegan las sorpresas en las facturas del gas y la electricidad. Si quieres evitar sustos aprende a ahorrar en la calefacción haciendo un buen uso de tu sistema de climatización, aísla bien tu casa y aprovecha la energía solar: puedes reducir tu factura de calefacción hasta en el 40%.

Es cierto que la calefacción es el sistema doméstico que más energía consume. De hecho en un hogar tipo español puede ascender casi al 50% del gasto total, en estimación de IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía). La buena noticia es que existen medidas de bajo coste, totalmente gratis, con la que una familia puede reducir este coste entre el 10% y el 40%.

Hay muchos sistemas de calefacción, por lo que la primera decisión es elegir la más idónea a cada tipo de vivienda. Si es tu caso, consulta estos consejos, y si no hay opción de cambio, solo debes continuar con la lectura de este post.

¿Cuál es la temperatura ideal para una casa en invierno?

Querer pasearse en manga corta por tu vivienda en pleno mes de enero es una irresponsabilidad. Hay que aprender a disfrutar de las estaciones, así que elige un bonito jersey y unos pantalones cómodos, y para esas tardes frente a la tele, utiliza una manta amorosa para cubrirte. La indicación de IDAE es mantener la casa a 21º, temperatura que puede bajar hasta los 16º durante las horas de descanso. Valora además qué uso haces de cada habitación y programa la temperatura adecuada a cada una de ellas, incluso es probable que puedas prescindir del encendido de alguno de los radiadores.

 

Aislamiento en la vivienda

Un deficiente aislamiento de las ventanas puede salir muy caro. Entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción en la vivienda tienen su origen en la pérdida de temperatura por las ventanas. Hecha cuentas, cambiarlas por sistemas de doble cristal reduce prácticamente a la mitad la pérdida respecto a un acristalamiento simple, e incluso más cuando incorporan sistemas con rotura de puente térmico. La calculadora no miente, en pocos años la inversión habrá sido amortizada, y con creces. Y, por cierto, la madera es un excelente aislante, por lo que este material es preferible a muchos metales como hierro o aluminio. Pero la ventana no es el único punto de fuga de calor y dinero, revisa los marcos y molduras de las puertas y el aislamiento de los cajetines de las persianas.. También es muy importante, si tu vivienda tiene chimenea, cerrar el tiro cuando no esté en funcionamiento. Y un último consejo, por la noche echa las persianas y las cortinas, son un excelente aislante.

 

Cómo ventilar la casa

No es necesario mantener abierta la ventana de tu dormitorio durante la media hora que tardas en desayunar. Ventilar la casa es importante, pero diez minutos asegura una renovación total del aire según aconseja IDAE. Además, siempre hay que hacerlo con la calefacción apagada.

 

Instala termostatos en cada radiador

Esta es otra de las inversiones más rentables, ya que gracias a los termostatos puedes ahorrar entre el 8% y el 13% de consumo de cada radiador. Permiten mantener cada habitación a la temperatura adecuada, siendo especialmente útiles las programables, así en las horas que no hay nadie en casa puede funcionar la calefacción a 15º, y una hora antes de llegar aumentar la temperatura hasta los 21º o 22º que se aconseja. Si en tu casa no dispones de este sistema valora instalarlos cuanto antes, las válvulas termostáticas son fáciles de colocar, no necesitan de ninguna obra y son asequibles. Es posible adquirir una de calidad por entre 150 y 200 euros.

 

Por la noche, apaga la calefacción

Una de esas leyendas urbanas que nadie sabe de dónde surgieron, es que mantener la calefacción encendida durante todo el día a una temperatura constante consume menos energía que encenderla y apargarla. Afirmación que no tiene nada que ver con la realidad, máxime cuando muchas viviendas en los días laborables solo se ocupan a partir de la tarde. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se aconseja apagarla durante las horas de sueño.

 

Mantén los radiadores a punto

En la mayoría de los casos basta con purgarlos una vez al año, justo cuando se empiezan a utilizar en otoño. El objetivo es eliminar las posibles burbujas de aire para que funcionen a total rendimiento, para lo que solo hay que esperar a que comience a salir el agua cuando se abre la válvula.

Instala paneles reflectantes detrás de los radiadores

Es una de las novedosas aportaciones de la OCU. Instalar estas láminas reflectantes entre el radiador y la pared sirve para que el calor rebote y se distribuya mejor por toda la estancia. Esta organización estima un ahorro de entre el 10% y 20% con este sencillo sistema.

 

No seques prendas de ropa en el radiador

Cubrir los radiadores con ropa húmeda solo sirve para achicharrar los tejidos e impedir el normal funcionamiento de la calefacción. Si no puedes evitarlo, limita esta práctica al mínimo.

 

Aprovecha la luz solar

Vivimos en uno de los países europeos con más horas de luz solar. Incluso en invierno se debe aprovechar esta fuente de energía inocua y gratis: no impidas con cortinas o persianas que sus agradables rayos templen tu casa.

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