La cocina es para cocinar; el comedor, para comer; el dormitorio, para dormir… Cada estancia de la casa parece tener una sola función. Pero ¿es esa la única manera de disponer del espacio de una vivienda?
Es la pregunta que se planteó un grupo de investigadores del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la respuesta ha sido el proyecto experimental CityHome. Su objetivo, como asegura el ingeniero español Hasier Larrea, uno de los desarrolladores, es “repensar la manera en que diseñamos los espacios en los que vivimos y también cómo nos relacionamos con ellos. Es el espacio el que tiene que adaptarse a nosotros, y no al contrario”.
Pensaron que la manera de conseguirlo era con sistemas robotizados, haciendo que cada uno de los elementos de la vivienda (tabiques, muebles…) ocupara un lugar diferente según la necesidad en cada caso. El MIT lo ha hecho realidad con la Casa Ori, llamada así porque se inspira en la técnica del ‘origami’ japonés (papiroflexia): con un mismo papel se consiguen formas distintas.
En la casa Ori todo reposa sobre guías, rieles y paneles móviles para que los espacios sean dinámicos. En realidad, eliminar elementos para dejar más superficie libre no es una idea nueva. Desde hace mucho las camas se pliegan, las mesas se recogen. Pero ahora de trata de que todo sea susceptible de reconfiguración automática.
Una vivienda que cumple tus órdenes
En la vivienda se instalan sensores y conexiones electrónicas controladas por un programa al que se puede acceder desde el móvil o con una pantalla táctil en una de las paredes.
Por ejemplo, si tenemos invitados para cenar escogemos el programa de ‘comedor-cocina’, pulsamos el botón y la cama del dormitorio se desliza bajo un módulo; el armario se corre para quedar pegado a la pared donde estaba la cama; de otro módulo aparece una mesa que se despliega en su máxima amplitud cerca de la cocina para facilitar el acceso. Incluso puede cambiar la configuración de las lámparas para que enfoquen a la nueva zona abierta. De esa manera el espacio útil se llega a triplicar.
De la misma forma, lo que por la noche es un acogedor hogar puede ser configurado para que durante el día sea un espacio de trabajo profesional. Ahora se está probando integrar el sistema robotizado con el Echo Amazon para que los cambios se puedan realizar con una simple orden de voz.
“Esta nueva arquitectura robótica nos permitirá vivir en apartamentos más pequeños pero confortables, con un uso eficaz del espacio y que consumirán mucha menos energía y agua”, afirma Kent Larson, director del grupo de investigadores del MIT.
Existen Casas Ori en Boston que han sido alquiladas para comprobar que son funcionales y eficaces. Las pruebas han sido tan positivas que ya se están implementando nuevas viviendas en Seattle y Washington. Los desarrolladores prometen que en pocos meses se comercializarán en Estados Unidos y están convencidos de que muy pronto serán una auténtica revolución en cualquier gran ciudad del mundo.
Foto: orisystems.com