En diciembre de 2017 todos los edificios residenciales deberán por ley ser accesibles para las personas discapacitadas. Este es un paso fundamental para eliminar barreras y mejorar la habitabilidad de todos. Sin embargo, no siempre es suficiente.
Quienes sufren problemas de movilidad o de visión se enfrentan a dificultades en su propio domicilio que tienen que ver no solo con la comodidad, sino también con la seguridad.
Por eso, la Fundación ONCE, en colaboración con el Real Patronato sobre Discapacidad, ha puesto en marcha un proyecto donde la tecnología sirve para suprimir cualquier barrera arquitectónica. Una casa inteligente, sostenible y accesible que además, como apuntan desde la fundación, “demuestre que la accesibilidad no está reñida con el buen gusto y la vanguardia”.
La vivienda piloto que han desarrollado, que en estas semanas se está presentando en distintas ciudades españolas, tiene una superficie de 100 m2 y presenta una distribución clásica, con salón, cocina-comedor, baño, dormitorio y hall de entrada. Pero cada una de esas estancias dispone de elementos técnicos que proporcionan una total autonomía a sus residentes.
Acceso automatizado
La puerta de entrada cuenta con una cerradura inteligente con identificador de usuario, además de una apertura automática desde el interior y una mirilla digital para conocer quién llama desde un dispositivo móvil.
Orientación a través de balizas
Un sistema de balizas ayuda a las personas con discapacidad visual a identificar espacios y localizar objetos. Envía señales a los dispositivos móviles a través de una aplicación que informa de su ubicación y orienta al usuario para llegar hasta ellos.
Todo a mano en el salón
La domótica facilita que todos los dispositivos de la casa, desde la televisión hasta las persianas o la calefacción, puedan ser controlados desde pantallas táctiles o desde el móvil, sin desplazamientos. El sistema de iluminación, con elección de gama cromática, también se ajusta de manera inteligente, tanto en intensidad como en color.
Confort ‘motorizado’ en el dormitorio
En esta estancia todo está pensando para el descanso y la comodidad. Una alfombra con detección de presencia pone en marcha todos los dispositivos del dormitorio, empezando por la cama, completamente articulada y automática. El vestidor está diseñado para facilitar el almacenaje y el acceso a la ropa a través de una barra motorizada que acerca la prenda hasta la puerta.
El baño, ante todo, seguro
Los reguladores de agua y el elevador automático del lavabo ayudan a la autonomía, pero aquí tan importante como eso es la prevención de accidentes. Por eso se han incorporado un sistema anticaídas, un secador corporal y una cortina de ducha motorizada.
Cocina inteligente
El grifo es automático y táctil, y los armarios, al igual que toda la encimera, son regulables en altura, con un sistema de almacenaje de fácil acceso al contar con baldas motorizadas. La nevera y la lavadora pueden programarse desde los dispositivos móviles y es posible controlar la placa de inducción con mandos a distancia. Además, incorpora una báscula con voz y un robot de cocina.