Apúntate al glamping y redescubre el turismo natural

Equipo de Redaccion

Despertarte en mitad de un bosque y escuchar el silencio de la naturaleza ya es posible sin la necesidad de cargar con pesadas mochilas, intentar clavar tu tienda de campaña en sitios imposibles o aguantar del dolor de espalda que proporciona un colchón que se deshincha en mitad de la noche. El glamping, camping con glamour, propone estancias diferentes en la naturaleza, pero con todos los lujos propios de un hotel cinco estrellas.

Esta modalidad de turismo activo se ha reinventado para atraer a un nuevo tipo de turista hacia los viajes relacionados con lo natural: clientes con un perfil socioeconómico medio-alto, amantes del lujo y exigentes, que buscan el encuentro con la naturaleza sin renunciar a las comodidades y a la singularidad de estos alojamientos que no dejan indiferente a nadie.

Las posibilidades que ofrece el glamping en cuanto a tipo de alojamientos son infinitas y evocadoras. Disfrutar del descanso en una lujosa jaima después de recorrer las dunas del desierto, contemplar el África más salvaje al más puro estilo Mogambo o Memorias de África, ver las auroras boreales desde una cama de pieles en un iglú de cristal, despertarse en una cabaña sobre un árbol o dormir en un tipi inspirado en los indígenas norteamericanos es posible gracias a esta modalidad de turismo natural, que ofrece al viajero contacto directo con la naturaleza, sin perder un ápice de confort.

Sin embargo, esta nueva forma de viajar no es una novedad de este siglo, ya en el XIX, los exploradores británicos como David Livingstone acuñaron el término para impulsar este tipo de turismo  hacia el continente africano, además, tanto en este continente, como en Asia o en América, las tiendas comunales ya eran utilizadas para eventos sociales en las diferentes culturas.

 

¿Dónde puedes practicar el glamping?

El desarrollo de los campamentos de lujo no es exclusivo de ninguna región, a lo largo de todo el globo terráqueo puedes encontrar este tipo de alojamientos, aunque sí es cierto que se comenzó a dar impulso de nuevo a esta tendencia en África.

En cuanto a los espacios más cercanos, los frondosos y espectaculares bosques europeos, sobre todo en Suecia y Alemania, han copado casi la totalidad del mercado de casas en el árbol y cabañas realizadas en materiales orgánicos, totalmente camufladas en la naturaleza.

En España puedes encontrar espacios dedicados al glamping por toda la Península, desde las mencionadas casas en un árbol, a las yurtas (tiendas de campaña utilizada por los nómadas en las estepas de Asia Central), pasando por las tradicionales casas cuevas excavadas en Sierra Nevada. Los grandes festivales musicales y los eventos masivos también han supuesto para este sector un revulsivo y una propuesta distinta para disfrutar de la cultura.

 

El glamping y la ecología

Esta tendencia tiene las mismas bases de contacto con la naturaleza, disfrute del aire libre y cuidando del entorno que las acampadas. Para garantizar este respeto por el medio ambiente y poder establecer unos medios de actuación que garanticen las buenas prácticas de estos establecimientos, existen una serie de directrices homologadas por distintos organismos que regulan este modo de viajar.

De ello se ocupan las eco-etiquetas que certifican ciertos criterios de sostenibilidad para los campings. Poseer esta certificación, desarrollada en el marco de la Unión Europea, demuestra que ese establecimiento sigue una serie de criterios, como, por ejemplo: limitar los consumos de agua y energía, favorecer el uso de energías renovables, reducir la producción de residuos y fomentar la educación de sus clientes entorno al medio ambiente.  Otro certificado es la Ecolabel ECEAT (European Centre for Ecological and Agricultural Tourism), se trata de un sello de calidad para un turismo rural sostenible en Europa.

Otro aspecto a resaltar de esta tendencia es que favorece la práctica del turismo activo. Este tipo de alojamiento es perfecto para aquellos a los que les gusta montar a caballo, realizar rutas de senderismo, observación de la naturaleza, trekking y actividades multiaventura, prácticas que se suelen darse en enclaves especiales.

La necesidad de escapar de las grandes ciudades, del estrés y la monotonía que dicta el asfalto ha hecho que surjan nuevas opciones de ocio y turismo. Disfrutar de unas vacaciones al aire libre sin renunciar al confort (incluida la conexión wifi en algunos casos) da un respiro a los amantes de la naturaleza y la ecología que, además, buscan unas vacaciones diferentes y con estilo. Quizá esa sea la fórmula del éxito de esta nueva forma de ir de camping. ¿Te apuntas?

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