Por fin ha llegado el calor a Madrid, los días son largos y calurosos y apetece pasar ratos fresquitos en la terraza de nuestra casa o en el jardín. Podemos tener una terraza más o menos grande, mejor o peor amueblada, pero lo que no puede faltar en una terraza son unas bonitas plantas que refresquen el ambiente y nos alegren con los colores y las fragancias de sus flores.
Ahora bien, no todas las plantas son iguales ni aguantan las mismas temperaturas o condiciones. Para que nuestra terraza, patio o balcón no nos suponga un quebradero de cabeza todos los años y no tengamos que reponer cada primavera nuestras plantas hay que poner especial atención en la selección de especies vegetales y elegir las que más se adapten a nuestras necesidades y a nuestro caso. Elegir las plantas más adecuadas no es fácil y hay que tener en cuenta los siguientes factores:
- El clima: es el principal condicionante. Madrid se caracteriza por tener un clima muy seco y con muchos contrastes, casi “adverso” para las plantas. Entre compañeros de profesión solemos decir que lo que aguanta en Madrid lo hace en cualquier sitio. Y no es ninguna broma, aquí soportamos inviernos muy fríos con heladas y veranos muy secos y calurosos, por lo que las plantas tienen que estar preparadas para estos cambios de temperatura y de precipitaciones. Es el principal condicionante y reducirá bastante las opciones que tengamos en la cabeza. Hay que olvidarse del jazmín de la playa que huele tan bien y que tan buenos recuerdos nos trae. En Madrid morirá en la primera helada.
- La orientación: la mayoría de los pisos tienen la terraza en un lado de la vivienda. Si el plano de nuestra casa no tiene marcado el norte podemos buscar nuestra orientación en cualquier geolocalizador de Internet, como Google Maps, introduciendo nuestra dirección y automáticamente veremos dónde están los puntos cardinales en nuestra casa. Si tenemos la suerte de tener un ático con una terraza enorme que da la vuelta a la casa tendremos más posibilidades de zonificación. Saber la orientación de nuestra terraza es fundamental para calcular las horas de sol y de sombra según las zonas, pues influirá en la temperatura de la terraza y determina el siguiente factor.
- La exposición: puede ser de pleno sol, sol y sombra o sombra. También puede estar plenamente expuesta al viento y a las corrientes de aire o en un lugar resguardado. Estos detalles son importantes porque en una misma terraza puede haber exposiciones diferentes. Hago especial hincapié en el viento porque hay especies que no toleran apenas el viento de los áticos y se puede echar a perder toda una plantación por este agente; puede que no mueran las plantas pero nunca estarán bonitas ni crecerán adecuadamente.
- El espacio: tanto el tamaño de la maceta o jardinera donde vamos a plantar y donde se van a desarrollar las raíces como el espacio aéreo del que dispone cada ejemplar para extender sus ramas es un límite importante, pues siempre será el mismo aunque pase el tiempo. La planta irá creciendo adecuadamente si le proporcionamos un contenedor adecuado a su especie y si no tiene obstáculos para crecer o tiene el soporte correcto, como por ejemplo, una celosía para una trepadora. Podemos utilizar jardineras de madera, de plástico, de cerámica o hacerlas de obra, pero siempre tenemos que tener en cuenta que el sustrato y las raíces se calentarán más que en la tierra natural y que serán especialmente sensibles al calor en verano. El volumen de sustrato de cada jardinera también hace que las raíces crezcan de una manera más contenida. Y en cuanto al crecimiento aéreo, tenemos que ser conscientes del tamaño que pueden llegar a tener determinadas especies vegetales, y ser previsores para no llevarnos sorpresas. Cada planta crece de una determinada manera y un haya en una maceta nunca tendrá el mismo porte que en un jardín o en la naturaleza. Para los árboles hay que escoger entre las especies medianas y que funcionen bien en contenedor. Para los arbustos y herbáceas también nos inclinaremos por las menos leñosas y breñosas.
- Características de cada especie: la altura, el ancho, la forma, la época de floración o el tipo de frutos son claves que también hay que tener en cuenta para elegir nuestras plantas. Un arbusto que tenga unos frutos pringosos nos manchará el suelo y se los podría comer el perro; y unas flores que atraigan abejas serán un problema cuando salgamos a la terraza. También hay que considerar las alergias que causan determinadas familias de plantas como las cupresáceas o las gramíneas. Hay que cerciorarse de que la variedad de planta que estamos comprando no afectará nuestra salud ni la de nuestras mascotas.
- Posibilidades de mantenimiento: como seres vivos, las plantas requieren unas mínimas labores de mantenimiento y cuidados para que prosperen. Tenemos que ser realistas y planear el riego que vamos a suministrarle.
Analizando todos estos condicionantes podemos hacer una pequeña selección de especies vegetales adecuadas en nuestro caso. En la mayoría de los libros de plantas aparecen unos símbolos que nos ayudarán a distinguir las características y necesidades de cada especie vegetal y nos facilitarán las cosas a la hora de decidirnos por una planta u otra.
Con toda esta información iremos viendo las plantas más adecuadas para cada tipo de terraza. ¡No os perdáis el siguiente post!
Foto: Vivero Shangai Madrid por @Isabel Alguacil