La franquicia, una opción realista para emprender

Raúl Alonso

Desde hace años IFEMA acoge la feria Expofranquicia, el Salón Internacional de la Franquicia, una oportunidad para descubrir nuevas oportunidades y poner en marcha este tipo de negocio.

Desde hostelería a la venta de cigarrillos electrónicos, pasando por la belleza o la asesoría para pymes, más de un millar de franquicias compiten en España. Existen un total de 70.541 locales funcionando como franquicias en España, a cierre de 2016, según datos de la Asociación Española de Franquiciadores. La cifra apenas se ha resentido en unos años en los que el autoempleo se ha convertido en una de las salidas más realistas para encarar el futuro. Decisión para la que han contado con otro aliciente: la moderación en los precios de compra y alquiler de locales y, sobre todo, una amplia oferta en todo tipo de localizaciones. Otro impulso para este sector ha sido el regreso del crédito por parte de los bancos.

Miguel Ángel Oroquieta, director general de la consultora T4 Franquicias, ha afirmado que la franquicia «aporta ahorro en el tiempo en el montaje del negocio, porque alguien ya lo ha pensado antes por ti, y además ofrece una mayor seguridad, porque es una fórmula de éxito probada».

¿Por qué franquiciarse?

Según los autores de la Guía práctica para el autoempleo en franquicia, de la citada consultora, existen en España unas 600 propuestas de franquicia con una inversión total que no supera los 90.000 euros. Al margen de la oferta, el sistema ofrece una menor tasa de fracaso que los negocios independientes, según explica Miguel Ángel Oroquieta. Un ratio que se justifica por la experiencia que la marca ya acumula en el desarrollo de su cadena, y que le permite saber en qué ubicaciones y tipos de local ofrece mejor rendimiento, una decisión estratégica en cualquier proyecto.

Las centrales de franquicia ofrecen a sus asociados una imagen de marca estudiada y en continua evolución, lo que permite la readaptación del negocio a las necesidades cambiantes del mercado. Una operativa testada (el popular know how del que se habla en el sector) y la formación (lo que permite acelerar la entrada en rentabilidad del negocio) son otras dos de las ventajas relevantes del sistema.

Selección en cinco pasos

«El proceso de búsqueda de franquicia debe ser meditado, cuantificable y respetando unos plazos. Se trata de establecer un objetivo para el estudio a fondo de no más de cinco franquicias en un máximo de seis meses», insiste Oroquieta, que además destaca la importancia de acercase al sistema con método, el mejor camino para que la decisión final se adapte a nuestro perfil de autoempleo.

  1. Localizar las fuentes. Lo primero es conocer el sistema, para lo que deberemos recurrir a fuentes de información como portales especializados, ferias de franquicia y revistas. También puede ser una buena idea apuntarse a alguno de los seminarios sobre la franquicia que organizan la cámara de comercio, asociaciones de empresarios o consultoras.
  2. Autoanálisis. Una vez familiarizados con la franquicia, llega el momento de evaluar nuestras cualidades de emprendedor: ¿cuánto puedo invertir?, ¿en qué tipo de habilidades laborales destaco?, ¿tengo un local?, ¿de cuánto tiempo dispongo?, ¿qué objetivos tengo?… La respuesta a estas cuestiones servirá para definir el sector o sectores en los que mi perfil ofrece un mayor rendimiento.
  3. Información. Es importante sea cual sea el negocio. Un negocio de moda, de restauración italiana, o cualquier otro. Hay que acercarse a las marcas para conocer su oferta. Tras el contacto por Internet conviene reunirse personalmente para recabar toda la información.
  4. Estudio de la información. «Debemos ser conscientes de que el franquiciador siempre nos ofrecerá la mejor cara de su negocio que, al fin y al cabo nos está vendiendo», explica Oroquieta. De ahí que nuestra actitud debe ser analítica, «no debemos dar por hecho nada que no se haya demostrado», acentúa. Para ello contamos con los informes legal y económicos de la enseña, que deberemos estudiar. Una buena idea es hablar con varios franquiciados para comprobar la información en boca de alguien con una visión más objetiva, una práctica a la que no se puede negar la franquicia.
  5. Aterrizarlo en mi realidad. Aprobado un franquiciador, deberemos analizar en profundidad el negocio propuesto, prestando especial atención a un factor crítico para el éxito como la elección del local. Previsiones de rentabilidad, obligaciones que asumo frente a la central de franquicia, experiencias de otros franquiciados, tipos de localización con las unidades de la cadena más exitosas, etc. Son cuestiones que debemos tener claras en ese análisis, sin olvidar estudiar a la competencia y la tendencia en la demanda del producto o servicio que nos interesa.

Pero, sobre todo, conviene recordar un último punto en el que se insiste mucho desde T4Franquicias: «Para poner pasión en el negocio es fundamental que la actividad guste, es el único modo de dar el cien por cien».

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