Las terrazas viven su época de mayor esplendor durante el verano pero eso no quiere decir que durante los meses más frescos haya que renunciar su disfrute. Tu terraza puede seguir siendo escenario de cenas familiares, veladas con amigos o, simplemente, el lugar idílico para disfrutar de un buen desayuno dominical o pasar un tiempo en compañía de una infusión o un buen libro, incluso aunque el calendario muestre que ha entrado el otoño.
¿Sabes que la posibilidad de contar con una terraza es uno de los elementos fundamentales que pueden inclinar la balanza a la hora de elegir una u otra vivienda? Si no tienes la suerte de contar con terraza en tu vivienda pero te encantaría y, además, estás pensando en invertir en vivienda, desde Haya te presentamos algunas propuestas que no os podéis perder.
En este post encontrarás un buen puñado de ideas que te ayudarán a poner a punto tu terraza para sacarle el máximo partido aunque bajen las temperaturas. ¡Toma nota de estos consejos!
1. Mobiliario a prueba de sol… y de lluvia
Si tu idea es mantener la actividad de la terraza más allá del periodo estival, la primera iniciativa debe ir dirigida a elegir muebles resistentes a cualquier inclemencia climatológica, esto es, optar por un mobiliario que resista tanto altas temperaturas y fuertes rayos de sol directos como lluvia y viento. ¿Ejemplos de materiales que cumplan estos requisitos? El mimbre artificial y las resinas son algunos de ellos, con el plus de que no requieren de grandes labores de mantenimiento.
Otras alternativas pasan por construir mobiliario de obra o, si se quiere contener la inversión en esta partida, por habilitar un refugio donde plegar o apilar los muebles mientras no estén siendo utilizados.
2. La calidez de los textiles en las terrazas
Opta por tejidos impermeables y repelentes a agua y manchas para tapizar sofás y sillones y textiles cálidos (lana o pelo) para los complementos que utilizarás durante el otoño y el invierno. Lo ideal es contar con un pequeño mueble o con un baúl estanco en la terraza para mantener los accesorios en orden, a salvo de lluvia y humedades y al alcance de la mano.
3. Plantas y flores de temporada
Cuanto más agradable y acogedor sea el ambiente de tu terraza, más apetecible será la idea de pasar tiempo en ella durante el otoño y el invierno. Renunciar a las plantas y a las flores no es, ni mucho menos, obligatorio: de hecho, algunas de ellas presentarán su mejor cara y colorido durante estos meses como, por ejemplo, los pensamientos, los lirios, los jacintos o las camelias.
4. Iluminación para días más cortos
La iluminación gana importancia en la misma medida en que los días se van acortando progresivamente. El ambiente de tu terraza será más envolvente y acogedor si optas por luces cálidas. Además, como complemento, ¿por qué no apostar por la magia que aporta una iluminación con velas? Por seguridad, elige portavelas cerrados o farolillos, para mantenerlas a salvo de lluvia y viento.
5. Soluciones de climatización
Las estufas exteriores son la opción más asequible para ganar unos grados de temperatura en la terraza durante los días y las noches mas frescos en nuestra terraza. Las hay de distintos tipos: eléctricas, de gas, de leña… Aunque, si quieres ir un poco más allá, puedes apuntarte a una de las tendencias más en boga: la de instalar una chimenea especialmente diseñada para exteriores que, además de climatizar la terraza, ayudará a componer una imagen especialmente idílica. ¡A prueba de Instagram!
6. ¿Hora de cerrar la terraza?
Si todas las soluciones propuestas anteriormente no son suficientes para que tu terraza sea disfrutable después del verano (quizás porque vives en una zona especialmente fría o húmeda durante el otoño y el invierno), es posible que te estés planteando la idea de optar por algún sistema de cerramiento, ya sea temporal o permanente (en este último caso, recuerda que deberás conseguir el permiso de la comunidad de propietarios a la que pertenezcas). Los acristalamientos, en este caso, son especialmente recomendables para no renunciar a la luminosidad.