Seguro de impago de alquiler: la mejor manera de evitar disgustos con los inquilinos

Equipo de Redaccion

“Casi todos los propietarios que ponen una casa en alquiler nos preguntan sobre la manera de prevenir impagos, si lo mejor es pedir avales o fianzas altas –explica Juan Cueto, agente inmobiliario–. Incluso ya quieren saber cómo actuar si hay retrasos en la renta o el inquilino provoca deterioros importantes en la vivienda. Esa siempre es la mayor preocupación”.

Desde luego, no es una preocupación sin fundamento. Según los datos del Fichero de Inquilinos Morosos, en 2015 el 8,49% de los alquileres tuvieron este tipo problemas. “Y es probable que esa cifra aumente porque el mercado del alquiler está experimentando un gran crecimiento”, concluye Cueto.

Las aseguradoras han percibido esta demanda de seguridad y desde hace algún tiempo ofrecen diferentes modalidades de seguros de impago para cubrir todas las posibles incidencias.

 

¿Qué cubren esos seguros?

El objetivo principal es que el casero no deje de cobrar su renta, por eso en caso de que el inquilino no cumpla con sus obligaciones, la aseguradora cubre el pago de la deuda hasta un máximo de 12 mensualidades.

Se supone que un año es tiempo suficiente para tramitar el desahucio legal del inquilino, un proceso que en todo caso acarrea gastos y trámites engorrosos. Por eso las pólizas de estos seguros también suelen ofrecer una cobertura jurídica que se hace cargo de todo, incluso de reclamar por los posibles daños que haya sufrido la vivienda debido a un mal uso.

Los seguros de impago pueden ampliarse aún más, por ejemplo, para reparar daños vandálicos o cubrir las pérdidas por robo. También es posible solicitar antes de la firma del contrato de arrendamiento un estudio de viabilidad del candidato para comprobar que es solvente o si ha tenido algún antecedente de impago.

 

¿Cuánto cuestan?

Dependerá de la cobertura, pero los precios de las pólizas suelen estar entre el 3% y el 5% de la cantidad asegurada, es decir, de una anualidad del alquiler. Si la renta en 12 meses es, por ejemplo, de 6.000 euros, la póliza será de entre 180 y 300 euros.

 

¿Tiene alguna ventaja para el inquilino?

En la mayoría de los contratos de alquiler, al arrendatario se le suele exigir un aval bancario de varios meses. No siempre se concede, aunque quien lo solicite sea solvente, además, tiene un coste. Ese trámite puede desaparecer si existe un acuerdo entre el casero y el inquilino para que este pague las cuotas del seguro.

 

Cada vez se firman más seguros

Según datos de la compañía Mapfre, aproximadamente el 20% de las viviendas alquiladas ya cuenta con un seguro de impago y el 80% de los propietarios suelen renovar las pólizas. “Cuando una vivienda está cubierta por este producto, el impago está por debajo del 0,5%, mientras que este porcentaje se sitúa por encima del 4,5% si no está asegurada”, se informa desde esa compañía.

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