Construir tu propia casa, ¿es una buena idea?

Equipo de Redaccion

El número de personas que han decidido edificar su propio hogar en España ha crecido más de un 35% tras la crisis. A esta tendencia se la conoce como autopromoción y está en pleno auge, pero es importante conocer bien los riesgos y responsabilidades que conlleva antes de ponernos manos a la obra.

 

El coste de la vivienda se reduce

El principal motivo por el que este “sistema de construcción” ha experimentado un crecimiento importante es que el precio de la casa disminuye en gran medida. ¿Por qué? Porque el sistema de autopromoción elimina la figura del promotor privado y con ella, sus márgenes. Pero ¿quién realiza entonces esas funciones? El propio dueño de la vivienda o asociaciones de propietarios o cooperativas.  Haciendo cálculos, para una residencia de un precio de 300.000 euros, el ahorro sería de unos 60.000 euros.

Según apunta David Jiménez, arquitecto de 08023 Architects: “A la hora de apostar por la autopromoción, hay que tener bien claro los gastos que tenemos que asumir.  Solo el coste de la construcción supone alrededor del 75% del presupuesto global. A ello, habría que sumarle el coste de las licencias, impuestos e IVA, lo que supone un 10% aproximadamente y tampoco podemos olvidarnos de la partida que requiere el equipo técnico: arquitecto, aparejador, geotécnico y topógrafo que representa el 15%”.

El primer punto de partida es la compra del terreno siendo su localización un aspecto c clave de cara a pagar más o menos: “hablaríamos de unos 1.500€/m2 para calidades medias en las comunidades autónomas más potentes como Madrid, Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana o Baleares y sobre los 1.300€/m2 para el resto”-señala David Jiménez.
¿Comprar o construir? La eterna pregunta

La inmediatez y el ahorro de tiempo que supone adquirir algo que ya está en el mercado es la principal ventaja que presentan las viviendas ya construidas, aunque a veces puede costar tanto tiempo o más encontrar una que reúna los requisitos que necesitamos”, añade el arquitecto barcelonés. La ventaja de construirla tú mismo es que la diseñarás a tu gusto desde el minuto cero y participarás en el proceso constructivo, elegirás los materiales y escogerás la tecnología que desees sin conformarte con la que escogieron sus antiguos dueños. Es decir, tendrás la casa de tus sueños.

Por otro lado, adquirirla ya hecha evita posibles enfrentamientos con albañiles, constructores y ayuntamiento, lo cual reduce el nivel de estrés que se produce muchas veces al convertirnos en promotores.

 

Pasos a seguir si has decidido construir

La licencia de obras es el impuesto que hay que pagar al ayuntamiento por edificar tu vivienda, pero también tendrás que pagar el impuesto de construcciones. Por otro lado, hay que depositar una fianza de residuos, vía pública y arbolado, cuyo importe se devolverá al final del trabajo si se ha realizado correctamente. Para completar, es necesario solicitar la acometida provisional de electricidad y agua. Y será necesario que cuentes con la ayuda de un arquitecto para presentar y firmar el proyecto de obra.

A la hora de diseñar tu nueva morada, además de la distribución del espacio, es importante realizar un estudio sobre las condiciones del suelo con el fin de asegurar la correcta cimentación de la vivienda. Una vez finalizado el trabajo, tendrás que solicitar la licencia de primera ocupación y la cédula de habitabilidad, antes de poder mudarte a ella.

En cualquier caso, desde 08023 Architects recomiendan la importancia de que exista un compromiso por escrito donde se detalle lo máximo posible el plan: “Firmar un buen contrato completo y basado en un proyecto de construcción detallado, con cláusulas de penalización por retraso, garantías y avales es una seguridad para las personas que quieran empezar a edificar su casa. Un contrato con los técnicos empleados es también muy recomendable si no imprescindible, ya que construir una residencia es una de las mayores inversiones que se harán en la vida”.

 

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