Madrid, el séptimo destino mundial para el inversor inmobiliario

Raúl Alonso

La capital de España es la séptima ciudad del mundo que más inversión inmobiliaria extranjera capta según el informe Global Cities 2017 de Knight Frank. Madrid recibió unos de 5.000 millones de euros (5.600 millones de dólares) según estimación de la consultora internacional, poniéndose por encima de grandes mercados internacionales como Berlín (5.400 millones de dólares) o Singapur (4.400 millones de dólares).

El inmobiliario madrileño, y el mercado español en general, mantuvieron así un alto interés para los grandes inversores internacionales durante 2016, lo que contrasta con una menor actividad de otras localidades europeas con tirón global, en las que descendió la inversión en el último año: «Quizá porque los precios en España, tanto del terciario como del residencial, siguen estando notablemente por debajo del pico de 2008, mientras que en ciudades como Londres, París y Frankfurt están en máximos históricos», justifica Humphrey White, director general de Knight Frank.

Con todo, la cifra de inversión transfronteriza que recibió España, unos 6.179 millones de dólares, es inferior a los 6.963 millones que se contabilizaban en el anterior informe. Pero en esta comparativa, hay que tener en cuenta que 2015 fue un año récord de inversión en residencial inmobiliario, «el segundo mejor de la historia por volumen».

El poderoso ‘skyline’ neoyorquino

Manhattan sigue manteniendo intacto todo su magnetismo para atraer al capital internacional. Con 26.500 millones de dólares de inversión, encabeza este ranking, seguido de Londres con 25.000 millones. Y a mayor distancia, París en tercera posición con 7.400 millones.

En este repaso por los mercados inmobiliarios que más inversión internacional atraen, viajamos hasta Sidney para ubicar la cuarta ciudad con 7.000 millones. Muy de cerca le sigue la capital económica china, Shanghái que atrajo 6.900 millones, y de nuevo Estados Unidos con Los Ángeles y sus 6.200 millones de dólares. A continuación las ya citadas Madrid, Berlín y Singapur.

Desde dónde llega el capital 

El informe de Knight Frank presta especial atención a estos flujos de capitales internacionales. En el caso español, la inversión internacional es del 52%. Sin embargo, este dato puede resultar confuso si se tiene en cuenta que en el estudio se considera a las activas Socimis (Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario) como inversores nacionales, si bien gran parte de su capital es en realidad internacional. Estos vehículos inversores son los preferidos por grandes protagonistas como el multimillonario norteamericano George Soros, muy activo en el mercado español, o algunas de las familias inversoras de Oriente Medio.

Por nacionalidades, la norteamericana es la más activa, alcanzando el 17% del total de inversión foránea en España. Desde un genérico Europa llega el 20%, siendo los capitales alemán y francés los más presentes.

En el análisis destacan cambios importantes en el movimiento de estas inversiones internacionales. El estudio constata que «la inversión que llegaba a Europa desde Norteamérica ha caído un 43%. La de Oriente Medio lo ha hecho en un 87%, y la asiática ha quedado un 21% por debajo». De este modo, los flujos monetarios en el Viejo Continente tienden a convertirse en más europeos, asumiendo un mayor protagonismo los inversores locales, pero con intereses en varios estados.

Buenas perspectivas para 2017

En cuanto al año en curso, las perspectivas son positivas en opinión de Knight Frank. White considera que «en un escenario de tipos de interés negativos y mercados financieros con mucha volatilidad», los inversores continuarán diversificando sus carteras fuera de su país de origen. Un contexto en donde España cuenta con el favor de los expertos por sus interesantes rentabilidades.

Así, sus expertos estudiarán propuestas casi en todo tipo de producto inmobiliario. Destaca por su oportunidad, el de oficinas en Madrid que forma parte de los tres primeros con máxima recomendación. Situación que no variará mientras sus precios no alcancen el pico de 2007, lo que podría llegar entre 2018 y 2019. Los inmuebles hoteleros prime, las grandes infraestructuras logísticas, el residencial de costa y la vivienda de calidad son también productos a los que durante los próximos doce meses prestará atención el inversor internacional.

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