El boom turístico anima las ventas de segundas viviendas y hoteles

Raúl Alonso

Los expertos se refieren a él como la joya de la corona o la locomotora de la economía. El sector turístico aporta el 10% al PIB español y vive uno de los ciclos expansivos más intensos de su ya sobresaliente trayectoria, generando una onda expansiva que arrastra a otros sectores estratégicos como el transporte, la hostelería y, cómo no, el inmobiliario.

Tras el récord de visitantes extranjeros de 2015, primer año en que España superó los 68 millones, este ejercicio podría pulverizar todas las expectativas si se cumple la previsión de 74 millones dada a conocer por Exceltur, una de las organizaciones empresariales de referencia en el sector turismo.

Estas cifras son posibles gracias a la conjunción de una serie de factores que explicaba de forma precisa Miguel Vázquez, de la consultora Irea, en el último Congreso Inmobiliario organizado por APCE (Asociación de Promotores y Constructores de España). En opinión de este experto, los tipos de cambio favorables para las divisas americanas y asiáticas; la reducción del coste del petróleo que abarata el transporte aéreo y el paquete vacacional y la inestabilidad geopolítica de otros destinos mediterráneos convierten a España en el destino vacacional ideal. Pero Vázquez no quiso pasar por alto la calidad de la oferta española, reconocida por la Organización Mundial del Turismo como la más competitiva del mundo.

De este modo, la fortaleza del turismo arrastra al sector inmobiliario, de forma especial con la compra de segunda vivienda por parte de extranjeros y, en segundo lugar, por la alta actividad del hotel, un activo inmobiliario de moda entre los inversores del mundo.

 

El turista quiere una residencia en España 

El mercado de la vivienda turística crece en España de forma sostenida desde 2011, si bien fue en 2015 cuando los precios marcaron su punto de inflexión con una clara tendencia al alza. Un comportamiento que sobre todo se aprecia en las regiones donde la demanda de extranjeros es más activa, representando incluso el 40% de las ventas totales en comunidades como la balear y canaria, según datos del informe Situación Inmobiliaria en España de BBVA Research del segundo semestre de 2016. También es significativa la participación del comprador extranjero en Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Poco a poco el stock de vivienda heredado por el boom inmobiliario es asimilado en estas plazas turísticas con tirón internacional, dando paso a nueva vivienda y promociones.

«Sin duda, la demanda extranjera es uno de los grandes motores de crecimiento del sector», confirma Miguel Vázquez, que justifica el buen comportamiento de la vivienda vacacional con el crecimiento que registraba en el pasado mes de junio con respecto al año anterior (un incremento de un 13,8%). De las 30.600 ventas realizadas hasta junio en toda España, el 28% fue a compradores extranjeros y, de estas, el 75% en el arco Mediterráneo.

Ángeles Serna, presidenta de TM Grupo Inmobiliario, empresa especializada en la venta de vivienda vacacional a extranjeros, confirmó el buen momento del mercado: «Llevamos encadenando 20 trimestres de incrementos». Además, Serna aprovechó para enriquecer la visión de convivencia entre el inmobiliario y el turismo desde otra perspectiva: «Los extranjeros que compran una vivienda se convierten en fieles visitantes de nuestro país. Y no solo nos visitan con más frecuencia, también tienen un gasto medio mayor aportando riqueza a la economía local». Y para demostrarlo ofreció un interesante dato: de los 10 millones de pasajeros del aeropuerto de Alicante, casi seis millones son turistas de tipo residencial.

 

La inversión en hoteles en cifra récord

Otro de los subsectores inmobiliarios donde el impacto del turismo deja huella es en el hotelero. Los hoteles españoles están en el foco de las instituciones inversoras; así, fondos de inversión, de capital riesgo e instituciones como los family offices y socimis (sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario) de todo el mundo han identificado en este tipo de inmuebles un activo que aporta estabilidad a sus carteras y unos interesantes retornos basados en las buenas perspectivas de crecimiento del turismo español.

«Hay mucho dinero en el mundo buscando inversión patrimonial, y si bien hasta ahora el hotel se había valorado poco, esto está cambiando», defendió Concha Osácar, consejera de Hispania: “Con 1,3 millones de habitaciones, España es una auténtica potencia mundial del sector hotelero y va a seguir atrayendo durante años la atención de los inversores», añadió.

Este interés queda claro al recordar que en 2015 la inversión en este activo alcanzó los 2.614 millones de euros, según datos de Irea. Se trata de un hito histórico en los registros, que supera el anterior récord de inversión de 2006 en más del 50%. Para este año todo el sector da por hecho que el importe de las compraventas volverá a estar en cifras de máximos, en estimación de Miguel Vázquez: «Nos quedaremos muy cerca de los 2.000 millones, lo que ubica a 2016 como el segundo mejor año de la historia».

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