Las grandes obras merecen ser expuestas en los mejores escenarios, por eso los museos no pueden ser simples continentes artísticos, sino creaciones únicas en sí mismas.
España es buen ejemplo de ello, con edificios históricos que albergan colecciones excepcionales, pero también con nuevas propuestas arquitectónicas que convierten su diseño innovador en parte esencial de las exposiciones.
El Guggenheim de Bilbao probablemente sea el mejor ejemplo de ello, pero ni mucho menos es el único. Estas otras seis construcciones son una buena muestra de la perfecta conjunción de museo y vanguardia.
Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (León)
Las grandes cristaleras de colores de sus fachadas, unidas como si fueran un mosaico de líneas rectas, configuran la personalidad de un edificio que en 2007 obtuvo el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea. Sus arquitectos, Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón, se inspiraron en las vidrieras de la catedral de León y trataron de trasladar su icónica belleza cromática.
Museo Centro Gaia (Santiago de Compostela)
Su fachada curvilínea de 45 metros de altura, en acero y cristal, domina el complejo A Ciudade da Cultura. En su interior, el arquitecto norteamericano Peter Eisenman ha jugado con el espacio, la piedra y el metal para crear formas irregulares y dinámicas. Esta obra es una de las más singulares de Galicia, y referente arquitectónico del siglo XXI.
Imagen CC de Luis Miguel Bugallo Sánchez (Lmbuga)
Trabajo de los arquitectos Javier Pérez de la Fuente y Juan Antonio Marín Malavé, la originalidad de la edificación es acorde con la de sus colecciones artísticas, procedentes algunas de su hermano mayor, el Pompidou de París. Todo parte del cubo de paneles de colores que emerge de una estructura de cemento. Su fisonomía nos recuerda a un faro, y su asentamiento, a los diques del cercano puerto de la ciudad; un placer para la vista.
Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA)
El arquitecto norteamericano Richard Meier concibió esta obra como una superposición de prismas de cristal unidos por una estructura ligera. Se completa con un volumen cilíndrico que lo atraviesa en uno de los lados, aportando contraste estético y sirviendo como distribuidor del espacio de exposición. Este museo, ubicado en el barrio del Raval y que expone obras de la segunda mitad del siglo XX, es uno de los mayores referentes de arte contemporáneo que tenemos en España.
Museo de la Evolución Humana (Burgos)
Forma parte del proyecto de la Fundación Atapuerca y ha recibido más de 40 premios arquitectónicos. Su proyectista, Julio Navarro Baldeweg, ha buscado reinterpretar la cueva de Atapuerca en vidrio, acero y hormigón, aportando luz y grandes espacios diáfanos. Por eso también la rampa de entrada salva un desnivel de cinco metros para descender desde la calle hasta la planta baja. En lo alto, destaca un espléndido mirador desde el que apreciar la ciudad, otro de los motivos que lo convierten en el museo más visitado de Castilla y León.
Imagen Creative Commons de Juan Ramón Rodríguez Sosa
Una antigua central eléctrica en el centro de la capital se transformó en un innovador museo cuando el estudio Herzog & De Meuron vació el interior del edificio prescindiendo de pilares y sustentando toda su estructura en un bloque central, imperceptible desde el exterior. Eso también permitió respetar las fachadas macizas de ladrillo visto que ahora parecen flotar sobre el basamento. Por fuera, además de lo imponente de la edificación, destaca su famoso jardín vertical, que ya se ha convertido en un icono más de la ciudad.