En 20 años, Bilbao ha cambiado su imagen de ciudad industrial para adquirir una nueva naturaleza innovadora vertebrada por la recuperación de su Ría del Nervión.
Sobre ella se ha escrito una historia de revolución urbanística que se inició con el Guggenheim y que continuó con otros iconos del diseño y la funcionalidad, como el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna, de los arquitectos Federico Soriano y Dolores Palacios; la Biblioteca de la Universidad de Deusto, de Rafael Moneo; el Paraninfo de la Universidad del País Vasco, de Álvaro Siza; la Torre Iberdrola, de César Pelli; y el estadio de San Mamés, calificado por el jurado del World Architecture Festival como la mejor construcción deportiva del mundo en 2015.
Sin embargo, aún queda por escribir un capítulo de esa historia de transformación que promete ser al menos tan espectacular como el resto de las obras que conforman esta milla de oro de la arquitectura bilbaína.
En la década de los 60 se construyó el Canal de Deusto, un brazo fluvial de servicio para las naves y fábricas que se levantaban frente a San Mamés, al otro lado de la Ría. De esa forma se generó una pequeña península a la que se llamó Zorrotzaurre.
En 2003, tras el importante deterioro de la zona, debido al abandono de muchos de sus edificios industriales, se decidió dar una solución a este espacio de unas 80 hectáreas.
La isla vanguardista
La prestigiosa arquitecta Zaha Hadid, fallecida recientemente, fue la encargada de elaborar el master plan sobre el que se está trabajando y que parece que puede quedar concluido el año que viene. Así será el nuevo Zorrotzaurre:
- Se terminará el Canal de Deusto, abriéndolo en ambos lados hacia la Ría, de manera que Zorrotzaurre se convertirá en una isla.
- Dos tercios de la superficie de la isla serán de uso público.
- Se construirán casi 5.500 viviendas en edificios que se distribuirán en capas perpendiculares a las Ría para que todas disfruten de vistas.
- Las viviendas actuales, unas 500, se rehabilitarán al igual que aquellos edificios de valor arquitectónico.
- Se evitará un skyline donde todos los edificios tengan las mismas plantas. Se buscará un movimiento en las alturas de tal manera que las edificaciones se acomoden a lo existente.
- La isla será un espacio sostenible, con un perímetro peatonal. Solo se podrá utilizar el coche en la zona central y nunca como zona de paso.
- El tranvía será el único transporte y se construirá un carril bici.
- Zorrotzaurre dispondrá de zonas ajardinadas, espacios comerciales, oficinas y centros deportivos, educativos y culturales.
La isla estará comunicada con el resto de la ciudad por varios puentes. Uno de ellos recibirá el nombre de Frank Gehry, como homenaje al arquitecto del Guggenheim. Zaha Hadid también podría contar con un recuerdo permanente si finalmente se logra la financiación para levantar la que iba a ser la Torre BBK (actual Kutxabank), diseñada por ella misma, un monumento en cristal y acero de 22 plantas que sería un espléndido colofón para este renovado y deslumbrante Bilbao.
Foto de www.zorrotzaurre.com