Cambiar las tuberías de casa sin obras y ahorrando mucho dinero

Equipo de Redaccion

Iván Morales, un madrileño que lleva viviendo en su piso desde hace 13 años, hacía tiempo que sabía que debía cambiar las tuberías de casa: “Cuando yo compré el piso la fontanería ya tenía 5 y 6 años, así que era normal que el agua empezara a no salir limpia, incluso tenía mal sabor, y además cada vez había menos caudal. Pero lo vas dejando porque sabes lo que se te viene encima, con el jaleo de la obra y el coste”. Pidió presupuestos y tiempo de realización. “Lo mejor que encontré rondaba los 4.000 euros en unos 10 días de trabajo”, explica Iván.

Buscando alternativas más económicas en Internet dio con ePipe, un sistema que ofrecía restaurar las tuberías sin romper paredes o suelos y con un ahorro de hasta un 40%.

Para conocer en qué consiste la solución que proponen primero hay que entender cómo se deterioran las tuberías. En las últimas décadas los materiales más utilizados en fontanería han sido el plomo (prohibido desde hace tiempo por su carácter tóxico), el hierro y el cobre.

El agua va desgastando estos metales, provocando su oxidación, la acumulación de residuos en las paredes y las posteriores fugas. Su vida útil no supera los 20 años.

La propuesta de ePipe, y de otras tecnologías similares con las que comparte mercado, es recuperarlas inyectándolas un revestimiento interior de resina. El proceso es el siguiente:

  • Primero se seca la tubería insuflando aire a presión.
  • Se lija con una arena especial el interior para eliminar los residuos y los mayores restos de oxidación, que son absorbidos por un aspirador externo.
  • Con una mini cámara dentro de la tubería se comprueba que ha quedado lista para restaurarla.
  • Finalmente se introduce el revestimiento de resina que se fija a la pared de la tubería como si fuera una nueva piel.

La resina tiene las mismas propiedades del PVC, el material que se emplea mayoritariamente en las nuevas construcciones:

  • Tiene una vida útil mucho mayor que la de los metales.
  • Resiste cualquier corrosión.
  • Impide que se acumulen sedimentos.
  • Conduce el agua a mayor velocidad.
  • No genera ruidos a pesar de que aumente el flujo.
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