¿La nueva reglamentación de ascensores puede afectar a tu comunidad de vecinos?

Equipo de Redaccion

El 20 de abril entró en vigor una directiva de la Unión Europea que va a obligar a las empresas a instalar ascensores más seguros. “Los elevadores tendrán que cumplir con una serie de requisitos que afectarán a su nivelación, a la necesidad de disponer del servicio de teleasistencia o al bloqueo de las puertas automáticas”, explica Pablo García, del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid).

Además, se va a exigir que los fabricantes identifiquen cada modelo que comercialicen con un número de serie, de manera que se pueda hacer un seguimiento desde su origen hasta su puesta en servicio.

Esa reglamentación solo afecta a la instalación de ascensores nuevos, es decir, no exige cambios en los antiguos. Sin embargo, la Federación Empresarial Española de Ascensores (Feeda) prevé que la directiva europea se acabe desarrollando en nuestro país con una ley que extienda esas medidas a todos los elevadores.

En ese caso, tendría una importante repercusión económica en los propietarios de edificios y en las comunidades de vecinos. España cuenta con alrededor de un millón de ascensores. Es el país europeo con el mayor número de elevadores por habitante. Aproximadamente la mitad tiene más de 20 años de antigüedad y el 80% de estos se encuentra en edificios residenciales, según los datos de Feeda.

La normativa que deben cumplir actualmente es menos exigente que la que se ha aprobado ahora, lo que unido al deterioro lógico por el paso del tiempo,  hace que esas instalaciones sean algo menos seguras y registren cada vez más problemas.

Según los datos de CAFMadrid las incidencias tienen que ver con el exceso de ruidos de los motores, el desgaste de elementos, la brusquedad en el arranque o en la parada, y con el desnivel de la cabina respecto a la puerta, éste último causa el 40% de los accidentes.

Las mejoras más necesarias

Los expertos de Feeda estiman que basta una pequeña inversión para incorporar las máximas medidas de seguridad a los ascensores antiguos. Estas serían las modificaciones prioritarias:

  • Dispositivos para evitar el cierre inesperado de puertas. Por ejemplo, células de detección de paso y apertura automática ante obstáculos.
  • Sistemas de comunicación bidireccional o ‘telealarmas’ que permiten al usuario hablar desde dentro de la cabina con un centro de asistencia en caso de quedar atrapado.
  • Sistemas precisos de parada y nivelación, lo que evita el movimiento incontrolado de la cabina.

Los cambios normativos y las mejoras consiguientes, además de reducir los riesgos de accidente, generan más actividad en el sector de los ascensores, un negocio con alrededor de 20.000 empleos directos en nuestro país y que mueve unos 2.200 millones de euros al año.

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