Alejandro Aravena es un chileno de 48 años, director de la sección de arquitectura de la Bienal de Venecia y co-fundador del estudio Elemental, una iniciativa internacional que trabaja en las viviendas sociales y que le han catapultado a lo más alto. Este año ha sido galardonado con el Premio Pritzker, el considerado Nobel de la arquitectura. Estos son sus edificios más emblemáticos, pero no esperéis grandes museos, óperas o rascacielos.
Según Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt que cada año concede los Premios Pritzker, “el jurado ha seleccionado un arquitecto que profundiza nuestra comprensión de lo que es realmente el gran diseño. Alejandro Aravena ha sido el pionero de un tipo de práctica colaborativa que genera potentes obras de arquitectura y también aborda algunos de los principales desafíos del siglo XXI. Su obra construida ofrece una oportunidad económica a los menos privilegiados, mitiga los efectos de los desastres naturales, reduce el consumo energético, y proporciona espacios públicos acogedores. Innovador e inspirador, demuestra que la buena arquitectura puede mejorar la vida de las personas”.
Conceptos como “práctica colaborativa” o “los menos privilegiados” aparecen en su reconocimiento y nos hacen entender mejor por qué le llaman “el arquitecto de las favelas” y por qué algunas de sus obras más representativas son pequeñas casas unifamiliares sin terminar, o escuelas con un gran patio de arena en el centro. “La capacidad de síntesis y la sencillez son la respuesta a los problemas más complejos”, argumenta el chileno.
- Viviendas sociales Quinta Monroy, Iquique (Chile) – 2004
La obra más representativa del premiado arquitecto y su estudio Elemental, creado en 1999, son estas modestas casas que el Gobierno de Chile encargó en 2003 para realojar a 100 familias de la ciudad costera de Iquique que llevaban tres décadas sin casa. El presupuesto era muy ajustado (apenas 7.500 dólares por familia) y tomó la decisión de hacer viviendas unifamiliares “incrementales”, es decir, construir hogares mínimos de 35m2 pero que pudieran ir creciendo con el tiempo hasta los 70m2 de un modo económico, eficaz y totalmente autónomo. De este modo, la vivienda crece al mismo ritmo que la familia que la habita y el trabajo del arquitecto va desapareciendo con el transcurso de los años. De hecho, 12 años después de ser entregadas, Quinta Monroy se ha transformado por completo.
- Proyecto de reconstrucción de los edificios públicos de Concepción (Chile) – 2010
La ciudad de Concepción sufrió en 2010 un terremoto de 8,8 grados en la escala Richter y un tsunami que devastaron por completo sus instalaciones públicas. El estudio de Aravena se hizo cargo de su reconstrucción y para ello, consultó en primer lugar a los ciudadanos. En lugar de construir muros, Elemental ideó espacios públicos capaces de disipar la energía sísmica con la fricción de los nuevos parques. Aravena indicaba que su filosofía arquitectónica “siempre se basa en incluir a la comunidad en el proceso”.
- Facultad de Matemáticas de la Universidad Católica de Chile, Santiago (Chile) – 1999
El jurado del Premio Pritzker 2016 destacó en su presentación especialmente cinco obras realizadas para la Universidad Católica, entre ellas la Facultad de Medicina. Lo que más llama la atención de este edificio es la sala de profesores. Para Aravena, ”Un matemático es una máquina de transformar café en ecuaciones. ¿Qué hay detrás de esto? El límite del conocimiento se expande al menos de dos maneras: trabajando en solitario, concentrado o conversando informalmente con otros. La primera manera, la de la celda monástica de trabajo, la recogía el encargo mismo. Por lo tanto me pareció que lo que el proyecto debía construir, era la segunda manera, la que descubre en el encuentro con los otros […] En este sentido este edificio es la magnificación de la conversación de pasillo y cuyo centro neurálgico se encuentra en la sala del café”.
- Torres Siamesas, Universidad Católica de Chile, Santiago (Chile) – 2005
Su doble fachada de vidrio que se “mueve” en el espacio, con la Cordillera Andina de fondo, hacen que esta obra se aleje del estilo de Aravena y Elemental. El edificio tiene dos capas: la exterior es de vidrio corriente, excelente para resistir el polvo, la lluvia y el envejecimiento. La interior es de fibrocemento, muy malo para resistir la intemperie, pero muy bueno desde el punto de vista térmico. Y entre ellas, sólo aire para evitar el efecto invernadero.
- Centro de Innovación Anacleto Angelini, Campus San Joaquín, Universidad Católica de Chile, Santiago (Chile) – 2013
Del vidrio al hormigón más eficiente. Un edificio de carácter contemporáneo con huecos exagerados que hacen las veces de ventanas retranqueadas para prevenir radiación solar directa y permitir que haya ventilación cruzada, rebajando el consumo energético. El Centro de Innovación se ha convertido en un espacio de carácter multidisciplinario que articula la interacción entre universidad, las empresas y sector público.
- Residencia para la Universidad St Edward’s, Austin (Texas, Estados Unidos) – 2008
Fue el primer proyecto de Alejandro Aravena fuera de Chile. “Hoy en día muchos arquitectos construyen en todo el mundo como si fuera una cosa natural; para mí no lo es […] He tenido que transitar de una cultura de la escasez a una cultura de la abundancia”, explica el arquitecto que apostó por ampliar el perímetro del edificio para conseguir más luz y mejores vistas.
- Mirador Las Cruces, Jalisco (México) .- 2010
117 son los kilómetros de la ruta de peregrinaje entre el pueblo de Ameca y Talpa de Allende, donde se encuentra la virgen del Rosario. Además del “turismo religioso”, ahora los visitantes pueden disfrutar de un mirador en las montañas diseñador por Alejandro Aravena. Un mirador de doble frente, ya que ofrece una vista panorámica del valle y de las cruces.
- Campus Novartis en Shanghai – 2016
Su última obra, aún en construcción, es un centro de innovación para la empresa suiza y vuelve a poner en relieve la eficacia energética. Los espacios de oficinas están diseñados para dar cabida a los diferentes modos de trabajo -individuales, colectivos, formales e informales- y fomentar la interacción entre los usuarios. Rodeado de un bosque de Metasequoias, el exterior del edificio responde al clima local con sólidas fachadas de ladrillo en la orientación sur, este y oeste . En la fachada norte, el edificio está abierto para que la luz indirecta se introduzca en los espacios de oficinas.