La mejor orientación para tu vivienda

Equipo de Redaccion

La orientación de la vivienda es un factor que muchas veces pasamos por alto en el momento de elegir una casa. Sin embargo, que nuestra vivienda esté orientada hacia un lugar u otro puede suponer un ahorro de hasta el 80% en el consumo energético.

En primer lugar, debemos saber que la orientación de cualquier casa está determinada por factores externos al inmueble como por los relativos a la propia estructura de la edificación sobre la que éste se sustenta. Por ello, los huecos de la fachada (por ejemplo: las ventanas) y el tamaño de los mismos, junto con la situación geográfica en la que se encuentra (no es lo mismo que estemos rodeados de montañas que por edificios colindantes), se convierten en aspectos clave a la hora de elegir la mejor orientación para tu vivienda.

Es importante saber que no existe un criterio único a la hora de decantarse por una mejor orientación u otra. Es preciso tener en cuenta todos los factores y conocer cuáles son los rasgos positivos y negativos de cada una de ellas para tomar la decisión más beneficiosa para nuestro confort y nuestros bolsillo.

Características de cada orientación en la vivienda

  • Orientación norte: se caracteriza porque el sol no incide de forma directa, sino que únicamente recibe radiación solar a primera y última hora durante los meses de verano. Por este motivo, el gasto en calefacción en las viviendas orientadas al norte suele ser mayor.
  • Orientación sur: es ideal para los climas fríos y húmedos, ya que los rayos solares inciden en la vivienda durante todo el día en las estaciones de otoño, invierno y primavera, lo que disminuirá el uso de la calefacción. Sin embargo, si por el contrario vivimos en una zona cálida, el gasto de aire acondicionado será mayor en este tipo de inmuebles.
  • Orientación oeste: en las viviendas que miran hacia el oeste reciben el calor del sol desde el mediodía hasta el atardecer. Es difícil hacer un uso eficiente de este calor acumulado, especialmente en verano, estación en la que acumula calor en las horas donde mayor radiación solar hay, lo que incrementa el uso del aire acondicionado.
  • Orientación este: es una buena opción para la mayoría de las casas, puesto que el sol incide en la vivienda desde que sale hasta el mediodía. Esto permite que el calor se acumule durante toda la mañana y se libere poco a poco por la tarde.

Además, dentro de un mismo inmueble podemos tener habitaciones orientadas hacia distintos puntos cardinales. Es importante conocer el uso de cada estancia para aprovechar al máximo las horas de la radiación solar. Por ejemplo, si pensamos en el norte de España, donde las temperaturas son más bajas y hay un mayor número de precipitaciones al año, las habitaciones deberían orientarse a la zona de la casa que más horas de sol reciba. Mientras que por el contrario, en el sur esas mismas estancias deberían de ser en las que se pase menos tiempo.

Por lo tanto, saber cuál es la orientación de nuestra vivienda nos permite jugar con elementos de sombra (como los toldos) en verano y con la acumulación de calor en invierno, y así hacer un uso más eficiente de nuestro consumo energético.

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