Una auténtica batalla al milímetro. Optimizar los espacios hoy en día es una obligación. ¿Dónde guardaste el abrigo oversize, imprescindible este invierno? Y hay que hacer sitio al dron del que papá se encaprichó este verano, el patinete del peque y el último coleccionable de uniformes militares… ¿y qué me dices del robot aspiradora que nunca utilizas? Organización o caos, esa es la cuestión.
Además, esto no se trata de apilar muebles y estanterías para que al final no quede espacio habitable. Para ganar capacidad de almacenaje sin sentirnos acorralados hay que actuar con inteligencia e imaginación. Por fortuna son muchas las opciones, y algunas son muy económicas: no te pierdas esta selección de trucos y consejos.
- Estanterías del piso al techo. De acuerdo, no te descubrimos nada nuevo, pero ahora mira a tu alrededor y piensa si tu casa cumple con esta regla básica. Es una norma que se puede aplicar en cualquier estancia, en especial en el salón y los dormitorios, pero también en los baños y por supuesto en despensas, garajes y trasteros. Puedes combinar baldas con armarios cerrados en las partes altas, que permitan guardar todas esas cosas que casi nunca utilizas.
- Pocos muebles, pero grandes y a la medida. Otra de las normas de oro. En principio puede parecer una contradicción, pero una vivienda pequeña gana sensación de espacio cuando se elige bien su mobiliario, lo más adecuado es optar por muebles grandes y espaciosos para determinadas zonas y dejar otras libres para que las estancias respiren. Valora siempre como primera opción encargar muebles a medida y que ocupen desde el suelo hasta el techo. Es una cuestión de establecer prioridades.
- ¿Puedes doblar el espacio de los dormitorios? Una solución drástica pero divertida, en especial para los niños. En las casas más antiguas -necesitas una altura mínima de 3,5 metros-, es posible instalar un desván para almacenar o aún mejor, una tarima que permita montar una campa tipo tatami. Así la parte de abajo se podrá convertir en zona de estudio o juego.
- Mira hacia arriba. Hay que pensar en vertical y descubrir un montón de soluciones que a ras del suelo nunca verías. Monta librerías encima de los quicios de las puertas, rinconeras de pared o incluso un sistema de poleas para guardar las bicis en un trastero o garaje. Las casas con pasillos también permiten instalar una o dos hileras de baldas, perfectas para los que les gusta acumular libros.
- Puertas correderas. Reemplazar las puertas tradicionales por esta solución libera el espacio de giro de la hoja dejando respirar a la habitación. Las puertas correderas tipo muro pueden servir además para integrar o aislar una habitación de otra, según la conveniencia del momento. Por ejemplo, una cocina en el salón, o el salón con el dormitorio de invitados. Elige este sistema para los armarios empotrados, te permitirán moverte mejor en la estancia.
- Paredes de vidrio. Apúntate a esta tendencia para generar una mayor amplitud visual y ganar luz en las habitaciones más oscuras. Estos cristales también pueden ser traslúcidos si por ejemplo conviene guardar la intimidad de un baño o dormitorio.
- El peligro de los grandes espacios. De acuerdo que un gran salón aporta personalidad a la casa, pero hay que ser consciente del sacrificio que va a implicar al resto de la vivienda: una casa con más estancias, por lo general, permite organizarse mejor desde el punto de vista del almacenaje.
- El truco de las escaleras. Si tu vivienda tiene escaleras estás de enhorabuena. El espacio que libera en su trazado es perfecto para instalar armarios. Y si la necesidad es realmente apremiante, hay sistemas que convierten cada uno de sus escalones en cajones: sin duda una idea muy original.
- Investiga los muebles multifunción. Cuadros-estantería donde guardar colgada la joyería y bisutería en el dormitorio; mesas colgadas en la pared a modo de cuadro que al abatirse despliegan sus patas; espejos que se convierten en tabla de planchar y los clásicos sofá-cama, camas o mesitas de sofá tipo arcón son solo algunas de las soluciones comunes hoy en día.
- Escamotea la lavadora. Este imprescindible electrodoméstico siempre se convierte en un engorro cuando hay que ubicarlo en la cocina. Una buena solución es escamotearlo debajo de la barra de desayuno, eso sí deberás elegir un modelo de carga superior al que accedas con tan solo levantar la tabla de madera que lo oculta (sobre la que desayunas).
- Apuesta por las tonalidades claras. Blancos, cremas, tostados o grises son grandes aliados de las casas que necesitan potenciar sensación de amplitud. Utiliza estos tonos neutros también en la decoración textil, cortinas, estores, sofás y colchas. Y cuando haya habitaciones muy alargadas, puedes recurrir a pintar el paño opuesto a la puerta de entrada en un color más oscuro, genera un efecto de cuadratura.
- El zapatero en el pasillo. Dar con la solución adecuada para organizar de modo cómodo y efectivo el calzado no es fácil. Valora si tu pasillo permite ubicar zapateros en línea, es un tipo de mueble con poco fondo que puede que no incomode el paso en esta zona de paso.
- Lámparas sobre rieles. Una idea realmente imaginativa, en un salón de reducidas dimensiones se puede utilizar la misma lámpara en la zona de comedor que de lectura en el sofá. Para lograrlo solo hay que instalar la lámpara elegida sobre un pequeño raíl permitiendo desplazarla cómodamente con tirando de ella.
- Organiza el interior de los armarios. Cerramos esta selección de consejos con uno que podría encabezar el listado: antes de pensar en comprar un nuevo mueble de almacenaje piensa si tienes bien organizados el interior de los actuales armarios. Desde pechas para colgar bolsos a cajones corbateros, hoy hay multitud de soluciones en las tiendas especializadas, busca la que mejor se ajuste a tus necesidades. Si necesitas inspiración puedes confiar en las enseñanzas de la gurú del orden, Marie Kondo.